sábado, 21 de marzo de 2009

ANIVERSARIO DE LA PEPA: ¡VIVA LA PEPA!
















El día 19 de marzo de 1812 fue promulgada la Constitución española redactada en Cádiz, vulgarmente llamada La Pepa, por el día de su promulgación, solemnidad de San José.


Esta Constitución es considerada, generalmente, como la primera Constitución Española, aunque, algunos autores, como Jorge de Esteban, sostienen que el primer texto constitucional escrito fue el Estatuto de Bayona de julio de 1808. Lo que pasó es que este Estatuto no llegó a estar vigente en la totalidad del territorio español, amén de ser una carta otorgada por Napoleón, a cambio de perder nuestra independencia, aunque en su redacción tomaron parte 150 compromisarios españoles elegidos por estamentos e instituciones tradicionales españoles, los afrancesados.

Ahora mucha gente joven oirá hablar de que nuestra democracia es una democracia joven, por el poco tiempo transcurrido desde la promulgación de nuestra actual y última Constitución en 1978. Sin embargo, cuando se promulgó la Constitución en 1912, España era uno de los cinco países que se incorporaron al constitucionalismo moderno.El constitucionalismo, como tal, nació con la Carta Magna de los Estados Unidos de América, promulgada en el año 1787, aunque hay que reconocer que Gran Bretaña ya poseía con anterioridad una constitución consuetudinaria, no escrita.

La Constitución de Cádiz, aunque sigue el modelo constitucional francés de 1791, al que calca incluso en alguno de sus artículos, sin embargo, llegó a tener mucha más influencia que ésta, desempeñando un papel referente y decisivo en el nacimiento del Liberalismo europeo del siglo XIX.

En España, con la Constitución de 1812, se dio, entonces, una transformación en algunos puntos similar a la acaecida con la promulgación de la Constitución actual de 1978. Las dos han supuesto una verdadera reforma política, sin necesidad de derramar ni una sola gota de sangre. Cuando Cádiz la sangre se reservaba para la lucha contra el gabacho y en 1978 se tenía muy cercana la inútil sangre vertida en nuestra guerra incivil. Otra similitud radica en que ambas suponen un corte radical con la forma de Estado: Se pasa de un estado absolutista, en la primera, o dictatorial, en la última, a un Estado democrático y de derecho. Otro tercer punto de coincidencia: La Soberanía deja de fundamentarse en el Rey o en el Dictador y se ubica en el pueblo. Con la Constitución de Cádiz nace la Soberanía popular, concepto éste que supone que los Diputados, una vez nombrados, representaban individualmente a toda la Nación y no sólo a la circunscripción por la que habían sido elegidos. De lo dicho se colige que la Monarquía deja de ser soberana y se convierte en Monarquía constitucional y democrática, estableciendo la división de poderes Y, finalmente, ambas constituciones coinciden en eliminar la jerarquía clasificatoria y discriminatoria en la sociedad. En adelante, todos los españoles seríamos iguales ante la Ley.

Y lo importante, en ambas y cómo indicaba más arriba, que todo esto se logró sin necesidad de derramar una gota de sangre. Fueron, en ambos casos, Transiciones paradigmáticas, que, posteriormente, muchos otros países han tomado como ejemplo, para lograr idéntico fin: lograr la transición de regímenes dictatoriales y antidemocráticos a Estados democráticos y de derecho.
Por tanto, al conmemorar el 197º aniversario de aquella Constitución de Cádiz, todos los que nos sintamos constitucionalistas y queremos un Estado democrático y de derecho podemos decir en alta voz: ¡¡VIVA LA PEPA!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario