lunes, 29 de noviembre de 2010

BARCELONA-REAL MADRID: 29-11-2010




No quiero que se me pase la fecha de hoy, 29 de noviembre del año 2010, porque este día, desde el punto de vista futbolero, viene a ser una de las fechas más sonadas e importantes. A las 21:00 horas, en el Camp Nou del Barcelona, se juega el partido más importante de la primera parte de esta Liga BBVA -que así se llama a nuestra Liga de futbol nacional-, entre el Barsa y el Real Madrid.




Se podría pensar que partidos Barsa-Real Madrid o, viceversa, Real Madrid-Barsa ha habido dos todos los años, como poco, desde el principio del futbol en España. Sí, es cierto. Pero este primer partido de este año -el segundo será en la 2ª vuelta- no tiene antecedentes en la historia del futbol español.

Tendríamos que remontarnos a los años 50 del pasado siglo, cuando, tras muchas vicisitudes, el Real Madrid fichó a Alfredo Di Stéfano, tras birlárselo al Barcelona que ya lo tenía apalabrado previamente. Quizá aquellos años, sí hubo algo similar, pero sólo en algún aspecto, no en el conjunto como ahora veremos.

El Real Madrid de Di Stéfano se enfrentaba al Barcelona de Ladislao Kubala. Ambos eran grandísimas figuras del futbol, posiblemente los dos más grandes exponentes de la época. Por ese lado, sí veo un antecedente, mutatis mutandis, como son todas las circunstancias históricas cuando las ponemos en comparación con las de otra época. Ahora tenemos a Messi, don Leo, y a Ronado, don Cristiano. El primero es posible que sea, hoy por hoy, el mejor jugador del mundo y milita en ese equipo que juega de ensueño, el Barcelona. El portugués, Cristiano, juega en el Real Madrid y es el jugador quizá más completo que haya existido nunca en un campo de futbol: tiene una gran fuerza atlética, un salto de cabeza muy bueno, un disparo a puerta desde larga distancia potentísimo, un regate incisivo y vertical y está aprendiendo a jugar en equipo y colaborar con grandes asistencias a los magníficos jugadores que le rodean. Messi, desde una humildad personal digna de encomio, juega al futbol como si de un partidillo en el patio del colegio se tratase. Hace fácil lo difícil, hace sencillo lo imposible. Cristiano, es todo un atleta que juega al futbol con una garra y un coraje, propio y necesario en todo deportista. Sin coraje y garra no hay deporte. Se trata de una competición.

La ventaja que, hasta ahora, ha encontrado Messi es que juega en un equipo que ya está construido desde hace dos o tres años. Juegan de memoria. Cualquier nuevo jugador que entra en el equipo, aunque sea del filial, se integra como una pieza más y sin notarse, pues, en el Barcelona F. C. se viene jugando con el mismo esquema desde el equipo de alevines, pasando por el Barcelona B hasta el primer equipo de Messi y Xavi Hernández. Sin embargo, en el Madrid la situación es muy distinta y en eso mismo radica el mérito del actual entrenador, José Mouriño. En cinco años por el Madrid han pasado el doble de entrenadores. Cada uno intentaba imprimir su sello personal. Imposible en el poco tiempo del que han dispuesto. Así las cosas, José Mouriño cogió las riendas del Real Madrid este pasado verano y en tan poco espacio de tiempo ha moldeado un equipo, impregnándole de una forma de jugar muy adecuada al tipo de jugadores que tiene y dado el poco tiempo del que ha dispuesto. El Real Madrid tiene un juego muy distinto del Barcelona. Este emplea un tiqui-taca maravilloso, que ya viene utilizando desde los tiempos de Reijhard, mientras que el Real Madrid imprime una velocidad y una verticalidad inusuales, que comporta, además, una gran efectividad en cuanto a goles se refiere. Pep Guardiola, entrenador blaugrana, cogió un equipo ya hecho y cohesionado y ha tenido el gran mérito de ganar con él el triplete, Champion's, Liga y Copa, no sólo manteniendo el esquema de juego recibido, sino mejorándolo en cohesión, toque y colocación en el campo. Los jugadores del Barsa, todos, juegan de memoria. Tal es su buena colocación en el campo. Ambos entrenadores han configurado una manera de jugar distinta, pero, en ambos casos, ha dado el mismo fruto: dos grandes equipos, independientemente de que cada uno tenga su estilo particular de juego.
Todo lo dicho hace del partido de esta noche una gran fiesta futbolistica. En el rectángulo de juego estarán los dos mejores jugadores, actualmente, del mundo; en el campo se saludarán los, quizás, mejores entrenadores a día de hoy en la liga española y en la internacional. Todos los ingredientes para un suculento manjar deportivo. Todo un espectáculo deportivo.


En resumen, dos grandísimos jugadores -los mejores del momento actual- frente a frente; dos grandiosos clubs -los dos mejores de los últimos 50 años- jugando cada uno casi a la perfección, pero, con estilos totalmente distintos; el resto de los jugadores, de uno y otro equipo, intercambiables; al frente los dos mejores entrenadores: Solamente en el Real Madrid podrían jugar los del Barsa, y únicamente en el Barsa encajarían plenamente los del Madrid.

Partido con éxito asegurado de antemano. Llevamos ya un mes hablando del "clásico" Barsa-Madrid. Y, lo más importante, tras el partido, gane quien gane, se seguirá hablando por mucho tiempo del mismo. Sinceramente no se quién podrá ganar, pero, lo cierto es que estoy -como buen aficionado al buen futbol- en ascuas, porque lleguen las nueve de la noche y sentarme cómodamente ante el televisor, con una cerveza y un buen aperitivo, a degustar y deleitarme con el mejor futbol que se puede contemplar hoy en el planeta del balonpié.


¡Que gane el mejor; que gane el FUTBOL!

viernes, 26 de noviembre de 2010

EL CATOLICISMO: RESPUESTA, HOY


El Catolicismo, respuesta hoy


El problema de la crisis antropológica actual –afirmó en una mesa redonda del Congreso el escritor y filósofo Fabrice Hadjadj– es que, hoy, «ni siquiera creemos en nuestra posteridad» colectiva.


Ante esta pérdida, la Humanidad ha reaccionado mediante tres falsas salidas: el posthumanismo tecnológico, que aspira al «completo dominio de la vida»; el posthumanismo ecológico, que postula que el hombre es un accidente que puede ser «reabsorbido por la naturaleza»; y el posthumanismo teocrático –fundamentalismo–, que postula que «todo lo humano es bajo y debe desaparecer».

El señor Hadjadj reconoció que, frente a estos tres errores, «sólo he encontrado un punto de equilibrio en el catolicismo: ». Éste responde al error ecológico con la Creación; al error fundamentalista con la Encarnación, y al error tecnológico con el misterio de la Cruz y la Santísima Trinidad, que nos enseñan que «el hombre está hecho para la comunión». Y añadió: «Todo materialismo ateo está dirigido al fracaso, porque el hombre está destinado a superarse por la gracia, y si no se supera ahí, lo hará en cosas que lo destruyan».

Sin embargo, Dios ha inscrito el camino de vuelta en el corazón de cada hombre. «En una conferencia pronunciada en 1996» –explicó Julián Carrón–, el entonces cardenal Joseph Ratzinger se mostró convencido de que la fe tiene futuro, «porque corresponde a la naturaleza del hombre. En el hombre vive un anhelo y una nostalgia inextinguibles de lo infinito». Y diría más tarde: «Y esto debería ser lo decisivo para nosotros». Un ejemplo: «Ningún poder de este mundo puede impedir la belleza de las montañas, ni que, cuando uno ve unas montañas, resurja en él el deseo de belleza que tiene dentro». Lo mismo le sucede al hombre ante un cristiano de verdad. «Por eso es inútil que intenten borrarnos del mapa, porque mientras exista uno solo, volverá a empezar todo de nuevo». Basta «oler el perfume de Cristo» para quedar irremediablemente prendado…

Ricardo Benjumea

miércoles, 24 de noviembre de 2010

EL FENÓMENO MOURIÑO Y EL REAL MADRID


He confesado anteriormente que al comienzo de la Liga tenías mis serias y razonadas dudas sobre Mouriño, como entrenador del Madrid. A medida que pasan las semanas, se van disipando aquellas y está naciendo en mí una corriente de simpatía hacia el entrenador luso. Pienso, no obstante, que le gusta jugar -así está haciéndolo de momento- al borde del hilo, corriendo peligro, y, mejor que no suceda, quizás algún día meta al Real Madrid en algún problema jurídico-deportivo nada agradable. De momento observo lo siguiente:

1.- Es un hombre mediático per se, por definición.Sólo él es todo un show.

2.- En virtud de lo anterior, atrae toda la atención que genera el Real Madrid sobre su propia persona, descargando así de tensiones innecesarias a los jugadores, quienes, de esa forma, pueden preparar sus partidos con gran tranquilidad y buen ambiente.

3.- Da la impresión, al menos desde fuera, que tiene una gran capacidad de liderazgo, una fuerte personalidad y muchos y buenos conocimientos de futbol, causa por la cual los jugadores le respetan y aprecian, de una manera tal que no se vislumbra en el resto de los clubs de futbol.

4.- El día que todas esas cualidades positivas que enarbola sean ejercitadas por él consciente de lo que supone ser entrenador del mejor club de futbol de la Historia y sepa aderezarlas y condimentarlas con el consiguiente estilo y glamour, pero sin perder su personal manera de ser y comportarse; ese día, diremos que estamos ante el mejor entrenador de todos los tiempos.

5.- Se observa que el madridisimo está, en general, encantado de haber conocido a Mouriño. Y pienso que el Real Madrid es el lugar ideal para que Mouriño explicite y ponga en práctica todas las virtudes que ha demostrado -son ya muchas- y las que ha de mostrar en el futuro, que serán muchas más. Materia prima, ex qua, no le va a faltar. Siempre tendrá unos grandísimos jugadores, como le sucede en la actualidad.

6.- La prensa ha encontrado un chollo con Mouriño. Obvio, de momento. No es que a "los plumillas" les aporte titulares, como solía decirse en el lenguaje periodístico; les da titulares, les da columnas enteras y les llena periódicos de la portada a la contraportada.

7.- Si continúa el Madrid en esta línea, van a ser muchos los amantes del futbol, ahora un tanto hartos, que volverán a sintonizar sus aparatos de televisión para ver jugar al Madrid de Moriño. Tiempo al tiempo. No hace falta ser profeta para augurar que el próximo lunes se batirán records de audiencia en un partido de Liga que, por ser principio de temporad, aún no es decisivo.

Dicho lo anterior,que el Barcelona no se "acolantre" ni "acongoje", queremos ver un buen partido. Fuera patadas. Ganará el futbol y ganaremos los aficionados. Pero, ¡que gane el Madrid y siga la baraka de Mouriño!

martes, 23 de noviembre de 2010

EL GOBIERNO: ¿SOLO ANTE LA CRISIS?


Ante la tenebrosa situación económica que nos envuelve, la gente de a pie empezamos ya a comentar asustados en nuestros círculos de compañeros o amigos si puede haber o no alguna solución o si los gobernantes están tomando medidas o si éstas son adecuadas y/o suficientes. Me dice un amigo economista que el problema es que el Gobierno está solo, que nadie le echa una mano para intentar solucionar con eficacia la crisis.

Pienso que no es en absoluto cierto. Hace unos días el 90% de los empresariso que configuran el IBEX en España, han enviado -movidos por el interés en hacer su aportación a la solución del problema- un manifiesto al Rey, donde se se hace un completo diagnóstico de la situación y, a la vez, aportan unas posibles soluciones. ¡Qué más quiere el Gobierno!.

Transcribo aquí el artículo que hoy cuelga en ABC digital su columnista habitual Ignacio Camacho, donde insiste y expone maravillosamente lo indicado en los párrafos precedentes.
Román Encabo


IGNACIO CAMACHO
Día 23/11/2010 ABC digital

"SI Zapatero quiere reunirse con los principales empresarios del país para algo más que hacerse una foto que avale su maltrecho crédito puede empezar leyendo el informe que la Fundación Everis acaba de evacuar sobre los males que afligen a la patria. Si no lo tiene aún debería pedirle una copia a Eduardo Serra, que se la enviará de mil amores, o a la Zarzuela, que tiene la suya desde el martes pasado. En ese documento la cúpula productiva de la nación —el 90 por ciento del Ibex, 61 altos directivos de empresa en vez de los 25 que pretende llamar Moncloa— emite su demoledor diagnóstico sobre la deriva política que ha empobrecido a España haciéndola retroceder no cuatro años, como el presidente sostiene en su incurable optimismo, sino más de una década en términos de valor-país como media de indicativos de bienestar acumulado. No le va a gustar; se trata de un alegato tenebroso que en buena medida supone un espejo de sus principales errores y de los de una clase política ensimismada en el interior de su burbuja de esclerosis. Pero sería un comienzo para demostrar si su voluntad de regeneración va más allá de la cosmética electoralista.

Lo que propone ese heterogéneo y plural grupo de personas sensatas y expertas en la economía real es un programa de saneamiento social y político que pasa por la refundación de hecho de nuestro degradado sistema. Cualificar la menoscabada nomenclatura pública mediante la selección de méritos de sus miembros; reajustar el modelo autonómico y su insostenible tren de gasto; reforzar la separación de poderes para devolver la imprescindible seguridad jurídica; formular pactos estables sobre asuntos estratégicos como la educación o la energía. En suma, todo lo que no se ha hecho o se ha dejado de hacer en los últimos años, pongamos los últimos diez para no descargar toda la responsabilidad sobre este Gobierno aunque sea a él al que corresponde la mayor parte de esta concienzuda desarticulación de la solvencia del Estado.
Por supuesto que es demasiada tarea para un presidente en fase terminal, y quizá también para su bostezante alternativa. Pero o se empieza pronto a reformular nuestro modelo de gobernanza o la involución socioeconómica se convertirá en irreversible como consecuencia del deterioro de la función política y de la gestión administrativa. Estamos ante un desafío estructural de gran escala, un compromiso regenerativo del que depende al cabo la competitividad de la marca España en un momento en que, tras el rescate de Irlanda, los mercados financieros miran hacia nuestro país con enorme desconfianza. Eso es lo que preocupa de veras a los grandes empresarios y lo que dicen cuando se les pregunta a tumba abierta y con garantía de anonimato. Que se lo digan a la cara a Zapatero, con contratos y favores pendientes, es otra historia, tan improbable como que éste se muestre dispuesto a escucharlos".

lunes, 22 de noviembre de 2010

DECÁLOGO PARA SALIR DE LA CRISIS


JUAN VELARDE FUERTES
Día 22/11/2010 (ABC digital)
Comentarios
La solicitud del Foro Empresarial de Valladolid de que expusiese en ese ámbito el tema «Diez recetas para salir de la crisis», me obligó a pensar en cuál era el decálogo preciso para dar, de una vez, un portazo a la muy seria crisis que se manifestó con enorme virulencia en España a partir del verano de 2007. He aquí cuál es, a mi juicio, éste, teniendo en cuenta que la nuestra es una economía extraordinariamente abierta a la competencia exterior.
En primer lugar es preciso aclarar a los españoles, de modo análogo a como lo hizo Fuentes Quintana en vísperas del Pacto de la Moncloa, por qué es muy grave la situación que se vive desde entonces y el motivo que explica el que no aparezcan signos de recuperación en la actualidad. En segundo término es preciso alterar de arriba a abajo nuestra política energética. Hemos creado, en índices de eficacia, en dependencia exterior, en opciones por energías caras al haber abandonado la nuclear, un país que pierde competitividad a chorros por ese motivo. El tercer problema a superar es el de la rigidez del mercado laboral, especialmente mostrado en los aspectos concretos de la negociación colectiva, y en otra serie de características, que fueron consolidadas con las medidas legales de 1980 y 1985. Como consecuencia, nuestro NAIRU —la tasa de desempleo que no engendra inflación, y con ello, que disminuye la competencia exterior— se sitúa en el 12% de desempleo; y la curva de Okun muestra que sólo a partir de un crecimiento del PIB en torno al 2,5% se crea empleo. El cuarto, y muy especialmente tras Basilea III, que es preciso culminar una reforma de nuestro sistema crediticio, en todo él, pero con especial incidencia en las cajas de ahorros. No haber tenido en cuenta el artículo de Jaime Terceiro «Singularidades en el sistema financiero español: la situación de las cajas de ahorros», publicado en diciembre de 1995 en «Información Comercial Española» trae estos lodos. El quinto es alterar de arriba a abajo el Estado de Bienestar. No es posible que la financiación de las pensiones prosiga basándose en un sistema de reparto; añádase que la división entre las diecisiete autonomías del sistema de atención sanitaria, previamente unificado, desde Girón a Lluch y Sabando, tiene que cesar; que en las atenciones a los parados, lo que nos ha señalado, incluso en España, el reciente premio Nobel de Economía, Pissarides, que lo logró, precisamente por exponer cómo puede ser eficiente, tiene que ser puesto de relieve; finalmente que la amenaza muy seria, de lo que Macarrón llama y no exagera, «el suicidio demográfico de España», exige reconsiderar la ayuda familiar. El sexto es el problema institucional. Lo denunció con agudeza Carlos Sebastián, y por ignorarlo, no se adivinan las precisas reformas institucionales que son aquellas «que generan eficacia, transparencia e independencia en la regulación económica». Vemos por eso que en la reciente «Clasificación en facilidad para emprender negocios» que publica el Banco Mundial en el documento «Doing Business 2010», España se encuentra en el puesto mundial 62, un poco peor que Kuwait y un poco mejor que Kazakstán. El séptimo es efectuar una «reforma de la reforma tributaria», aquella que apareció en 1978, y tuvo entonces un papel esencial y positivo, pero que veintidós años después necesita cambios muy importantes. ¿Para cuándo, por ejemplo, la creación de una Comisión Lagares para llevar adelante, con urgencia, las alteraciones oportunas? Señalo esto, porque las propuestas del profesor Manuel Lagares siempre han sido, no ya lógicas desde el punto de vista analítico, sino contrastadas de modo óptimo con la realidad cuando se pusieron en acción. El octavo es cortar, de raíz, las políticas de las autonomías de intervención en la actividad económica, cada una de un modo, y por ello volver a un mercado unificado. Me parece, sin ser experto en derecho público, que incluso habría posibilidad de apoyo constitucional, debido al texto del artículo 131.1 de nuestra Ley Fundamental de 1978. El noveno es volver a la economía de mercado, liquidando de raíz la proliferación de empresas públicas que han surgido en las autonomías: suben de 588 en 2003 a 962 en 2009, y en las corporaciones locales: entre las mismas fechas aumentan de 913 a 1.573. El décimo es alterar radicalmente el sistema educativo, para que proporcione una población activa congruente con la fortísima dinámica de la revolución industrial. Si no queremos ser descabalgados definitivamente de ella es obligado alterar muy radicalmente lo que está en marcha ahora mismo, desde la primaria a la universitaria, pasando por la formación profesional. Poner en marcha todo, y además es preciso que sea prácticamente simultáneo, hay que confesar que no será cómodo para ningún político español. Pero éste debe tener en cuenta aquello que Platón, en «La República» (Libro primero, XIX), pone en boca de Sócrates en diálogo con Glaucón y Trasímaco: «El verdadero gobernante no ejerce en el cargo para mirar por su propio bien, sino por el del gobernado».

miércoles, 3 de noviembre de 2010

CON BUENA FE Y SINCERIDAD




Hay situaciones, temas o asuntos que, recurrentemente, me asaltan y replanteo, buscando su razón de ser, su porqué, su "quid prodest" -a quien beneficia-... Uno de ellos es la ubicación política e intelectual que elegimos cada uno.

Tengo entre mis amigos gentes de todas las inclinaciones politicas y religiosas, siendo mayoría aquellos que se encuentran situados en coordenadas religioso-políticas muy distantes de las mías. No obstante ello, les considero -y creo que ellos a mí- muy buenos amigos.

Mas, yo me pregunto: Si tanto mis amigos como yo estamos viviendo una circunstancia existencial parecida, tanto a nivel familiar, como profesional, como intelectual: ¿Por qué existen, después, tantas diferencias de enfoque en temas concretos como pueden ser la política o la visión de la sociedad? Unos a otros nos decimos, muchas veces: Tu piensas así porque solamente lees éste o aquél periódico o escuchas esta o aquella emisora de radio o T. V. Sin embargo, no es del todo cierto, pues, tanto ellos como yo leemos diariamente varios periódicos -digitales o escritos-, y sintonizamos varias emisoras de radio y televisión, aunque, bien es cierto, que con más intensidad aquellas con cuyos postulados más coincidimos.

No se bien la razón, causa o génesis del comportamiento, variopinto, antedicho. Pienso que, a lo mejor, la causa está en una ubicación previa y radical -en el sentido etimológico del término: "de raíz"-, que nos impulsa, quizá subconscientemente, a anteponer lo que queremos o deseamos subjetivamente, a lo que constatamos, comprobamos y necesitamos objetivamente. Caemos todos, sin darnos cuenta, en un voluntarismo irracional -en el mejor sentido y sin ánimo de ofensa, pues, me incluyo- donde prima lo personal y subjetivo sobre lo natural y lo real. Somos, por ello, incapaces de elaborar un análisis serio y objetivo de: primero, ver cuál es la situación real y objetiva que tenemos y nos rodea; segundo, en qué manera -positiva o negativa- incide en mi persona, mi vida y mi familia; tercero, cuál sería la mejor forma de afrontar tal situación y de aplicar ante ella unos comportamientos y soluciones que coadyuvaran, de un modo real y práctico, a su solución y reequilibrio, con el mejor y mayor beneficio para todos.

Es cierto que, gracias a Dios, cada uno somos distintos, que nadie es igual a otro. Y esa diversidad y pluralidad son buenas en sí mismas. Pero, nuestra racionalidad debe ser fuente inagotable de donde broten, siempre y en toda circunstancia, soluciones realistas capaces de intentar solucionar, de un modo lo más consensuado posible, las vicisitudes, problemas y circunstancias que vayan surgiendo.

Esa racionalidad debe tener un a priori clave: la buena fe y la sinceridad mutua. Si no obramos de buena fe y con sinceridad, sino que anteponemos sentimientos egoístas, grupales o de secta, entonces, poco a poco, iremos divergiendo más en nuestros planteamientos y soluciones.

Aunque parezca mentira, toda esta elucubración previa ha sido fruto de contemplar hoy, y a través de varios y diversos medios de comunicación, la realidad social, política, religiosa, económica y cultural que nos rodea. Y tras su contemplación ver que el problema real y trágicamente objetivo de España continúa siendo el mismo: la crisis galopante que sufrimos y que continúa avanzando y llevándonos a un pozo muy oscuro y que las soluciones y aportaciones para darle solución continúan ahí -cual toro solitario en el albero, sin nadie que le lidie-, sin que los diferentes grupos sociales, políticos y económicos sean capaces de ponerse mancomunadamente a articularlas y aplicarlas correctamente. Y lo que es peor: tratando de desviar -todos- la atención a problemillas menores, sin tener en cuenta que más de cuatro millones de trabajadores están en paro y que en un millón de hogares no entra salario alguno y que, a día de hoy, siguen siendo aún intolerablemente largas las listas de espera para operaciones quirúrgicas de vida o muerte.