VI DOMINGO DE PASCUA: Lecturas.

Enlace con las lecturas del presente domingo (VI) de Pascua:
http://www.corazones.org/biblia_y_liturgia/textos_bib_liturgia/domingos_b/pascua_b/6dpb.htm

COMENTARIO:

Las lecturas del Evangelio y la de la primera carta del apóstol san Juan -2ª lectura- están entrelazadas intrínsecamente. Cara a la celebración de la venida del Espíritu en Pentecostés la Liturgia nos propone estas lecturas que contienen la idea central del Cristianismo: Dios, creador y Padre misericordioso, en un acto extremo de amor, compasión y misericordia decidió mostrarse como es: Amor, Compasión y Misericordia. Decidió acercarse así a los hombres, distanciados de Él por el pecado, por medio de su Hijo Unigénito, el Verbo eterno. Esta decisión de Amor del Padre fue aceptada voluntariamente por el Hijo, que hecho hombre, por la fuerza del Espíritu Santo, aceptó libre y voluntariamente su misión: Mostrarnos el Amor del Padre, entregándose por nosotros hasta la muerte y una muerte de cruz.

Por Jesucristo, ya sabemos los hombres quien es Dios: Dios es Amor. Nos ha dado a su propio Hijo. Dios es perdón: Aceptó el sacrificio voluntario del hombre Jesús de Nazareth, su propio Hijo, igual a Él en dignidad, que murió por todos sus hermanos los hombres. Cristo, cordero inmaculado, cargó sobre sí con todas nuestras culpas y pecados y ofreció su sangre para purificarnos de ellos. Dios es misericordia, pues, al aceptar nuestra condición humana ha quedado anulada la distancia y separación infinitas entre el Absoluto y la criatura, entre Dios -el sólo Santo- y los hombres, nacidos pecadores. En Cristo ha mostrado y demostrado que su corazón de Padre está cerca de nuestras miserias. En Cristo nos ha gritado que Él es miseri-cordioso.

Digamos, pues, con el Salmo Responsorial:

Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas;

su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo.
El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia:

se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel.
Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios.

Aclama al Señor, tierra entera; gritad, vitoread, tocad.