lunes, 3 de diciembre de 2012

MARÍA: FIGURA QUICIAL DEL ADVIENTO

El próximo sábado, día 8 de diciembre, celebramos la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María.
María es la figura clave de este tiempo santo de Adviento, que estamos celebrando litúrgicamente los cristianos.
La solemnidad de la Inmaculada Concepción se celebra como "preparación radical a la venida del Salvador y feliz principio de la Iglesia sin mancha ni arruga" (Marialis Cultus 3).

Por eso, en los prefacios y oraciones del 17 al 24, la figura de María es eje central en torno al cual gira la dinámica de la celebración litúrgica. Cuelgo aquí el texto de este tercer prefacio de Adviento para que, durante este tiempo fuerte, nos sirva de gozne en torno al cual se concentre toda nuestra espiritualidad adviental:



En verdad es justo y necesario,

es nuestro deber y salvación

alabarte, bendecirte y glorificarte

Señor, Padre Santo,

Dios todopoderoso y eterno,

por el misterio de la Virgen Madre.



Del antiguo adversario nos vino la ruina,

pero en el seno virginal de la hija de Sión recibió la vida

aquél que nos nutre con el pan de los ángeles,

y surgieron para todo el género humano

la salvación y la paz.



La gracia que perdimos por Eva nos fue devuelta en María;

su maternidad redimida del pecado y de la muerte,

se abre al don de una vida nueva.

para que, donde abundó el pecado sobreabundara tu misericordia

por Cristo, nuestro Salvador.



Por eso nosotros, mientras esperamos la venida de Cristo,

unidos a los ángeles y a los santos,

cantamos el himno de tu gloria:



Santo, Santo, Santo es el Señor,

Dios del Universo.

Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria.

Hosanna en el cielo.

Bendito el que viene en nombre del Señor.

Hosanna en el cielo.



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