jueves, 21 de marzo de 2013

PAPA FRANCISCO Y LOS JESUITAS

El periodista Jesús Bastante, cuelga en Periodista Digital.com, del día 20-03-2013, el texto íntegro que el Prepósito general de los Jesuitas, el español  Adolfo Nicolás, ha publicado sobre su encuentro con el Santo Padre.

Éste es el relato íntegro del general de la Compañía de Jesús:




‹ Respondiendo a una invitación personal del Papa Francisco, a las 5.30 de la tarde he estado en la Casa de Santa Marta, donde han vivido los cardenales que asistían al cónclave. El mismo Papa estaba a la puerta y me recibió con el abrazo con que nos solemos saludar los jesuitas. A petición suya nos hicimos algunas fotografías, y ante mis disculpas porque no me ajustaba al protocolo, insistió en que le tratara como a cualquier otro jesuita, llamándole de tú, de modo que no tuve que estar pendiente de darle el tratamiento de Santidad o Santo Padre. ›

‹ Le ofrecí todos los recursos de que dispone la Compañía, ya que, en su nueva situación, va a verse necesitado de personas, grupos de consejo y reflexión, etc. Se mostró agradecido por mi ofrecimiento, y cuando le invité a que viniera a comer con nosotros en la curia me dijo que sin duda lo hará. ›

‹ Hubo total sintonía en nuestra manera de sentir acerca de una variedad de temas que tocamos en la conversación, y quedé convencido de que trabajaremos muy bien juntos, al servicio de la Iglesia y en nombre del Evangelio. ›

‹ Se dio un entendimiento mutuo con paz y humor hablando del pasado, presente y futuro. Deje la Casa de Santa Marta persuadido de que el Papa contará con gusto con nuestra colaboración al servicio de la viña del Señor. Al final me ayudó a ponerme el abrigo y me acompañó a la puerta. Esto me proporcionó unos cuando saludos de parte de los guardias suizos que allí estaban. Un abrazo jesuítico, de nuevo, como modo natural de saludar y recibir a un amigo ›

miércoles, 20 de marzo de 2013

NO TENGÁIS MIEDO DE LA TERNURA

INICIO DEL PONTIFICADO. PAPA FRANCISCO: "NO TENGÁIS MIEDO DE LA TERNURA"




Ciudad del Vaticano, (VIS).- Custodiar con ternura. Esa es la vocación de cada uno. Es el mensaje del nuevo Papa. Quizá, sus líneas de gobierno. Claro, sencillo, profundo, comprometido. Dicho en italiano en no más de veinte minutos. Y la Plaza de San Pedro se quedó pensativa hasta el final de la celebración (A eso de las 11.20 horas de la mañana). El recogimiento del nuevo Papa se transmitía como si se tratara de "hacer la ola" entre los más de las 200.000 personas que seguían la misa de inicio de Pontificado
"Es un Papa puntual. Incluso se adelanta. Al menos hoy ha sido así", decía en alemán un católico, entrado en años, que llevaba horas delante de una pantalla en Via de la Conciliazione viendo como, poco a poco, llegaban otros miles. Tenía razón. Fue la primera improvisación. El jeep apareció en la Plaza de San Pedro cerca de las 8.50. De pie, el papa Francisco, sonriente, con su sotana blanca, su muceta, su cruz pectoral (la que ya tenía por ser obispo), y con zapatos negros (no rojos)... Bendiciendo a su paso, saludando. Y la gente ha empezado a correr con sus banderas, con sus hijos, sus amigos, sus enfermos … Y entonces, Francisco ha cogido a un bebe en sus brazos y, para más asombro de todos, se ha bajado después del papamóvil … - "¿Que pasa?", preguntan algunos. El nuevo Papa había visto a un enfermo y quería acariciarlo y bendecirlo.

Es el nuevo Papa. El argentino, el primer Papa americano, el primer Francisco, líder ya de la Iglesia católica, que hoy se ha presentado al mundo y que en pocos días ha ilusionado a tantos. El pueblo ya le conoce como el Papa "cercano", "sencillo" , "que es como un padre", que saluda con un "buenas tardes" y se despide con un "buen almuerzo".
El Papa que a primera hora de esta misma mañana ha telefoneado a su tierra natal, donde sus compatriotas le acompañaban desde la Plaza de Mayo de Buenos Aires y, teléfono en mano, en directo, sorprendiendo a todos ha dejado un mensaje: "No tengáis miedo". Las mismas palabras que en 1978 dijo uno de sus predecesores, el Papa polaco Karol Woytila.
Francisco es la primera vez que recorre la Plaza en papamóvil. Y la gente quiere verlo bien, más cerca, mejor, …. El nuevo Papa, pasa y vuelve a pasar alrededor de las columnatas..., quizás es el recorrido más largo que hasta hoy ha hecho un Romano Pontífice en jeep, recorriendo lo que hace más de XXI siglos fue el Circo de Nerón, según asegura la Historia, el sitio donde según confirman los investigadores de nuestro tiempo fue martirizado Pedro, el pescador, el primer Papa de la Iglesia Católica, y cuyos restos están enterrados en el mismo suelo. Del escenario primitivo, quizá lo único que queda en pie es el gran obelisco, traído a Roma desde Heliópolis por orden del emperador Calígula. Este obelisco alrededor del cual cientos de operarios han estado trabajando toda la noche para la histórica fecha.

Hoy, veintiún siglos después, los testigos son otros, y otro es el espectáculo, aunque el protagonista vuelve a ser un "hombre común": Jorge Mario Bergoglio, argentino, 76 años, Técnico Químico. Sus seguidores pueden ser 1.165.714.000, la cifra oficial de católicos que hay en el mundo (una de cada 6 personas que hay en el mundo). Y esta vez, en las "gradas" hay hombres y mujeres venidos de más de 127 países del mundo, venidos "porque han querido", como ha insistido la Santa Sede: "El Vaticano no invita a unos sí y a otros, no; el Vaticano informa a todos, y ofrece una calurosa acogida al que viene, sin favorecer ni rechazar a nadie". Y así lo han hecho 6 reyes, 3 príncipes herederos, 31 jefes de estado, 11 jefes de Gobierno... Y más de 1200 sacerdotes o seminaristas y 250 obispos católicos … Pero la cifra que no se puede contabilizar es la de los hombres, mujeres, jóvenes, niños y ancianos: de toda condición, fe, lengua, cultura, categoría, estado, opinión.
En la ceremonia, por destacar sumariamente, se puede citar al patriarca ecuménico Bartolomé I; el católico armenio de Etchmiadzin, Karekin II; el metropolitano Hilarion, del Patriarcado de Moscu, el arzobispo anglicano, Sentamu; el secretario del Consejo Ecuménico de la Iglesia, Fyske Tveit,... Y los 16 judíos, rabinos, de las comunidades hebraicas más importantes del mundo, y líderes de otras religiones como la musulmana, budista, sikh, o jainista.

Arriba, en lo alto del llamado "brazo de Carlo Magno", las cámaras de algunos de los cerca de 6000 periodistas que cubren el evento. Allí han visto amanecer. Algunos llegaron a las cuatro de la madrugada. Muchos de ellos culminan así su trabajo en Roma, siguiendo día a día, y entre otras muchas cosas, el briefing del Director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, el Padre Lombardi, al que ayer en bloque ofrecían un obsequio en agradecimiento.

Pero empieza la ceremonia. Lo hace dentro de la Basílica, venerando a San Pedro, en su tumba. Lo hace el Santo Padre Francisco, que para este importante momento ha querido estar acompañado por los 10 patriarcas arzobispos de las principales iglesias católicas orientales. Solo ellos. ¿Por qué? Quizá para manifestar, también así, la universalidad de la Iglesia católica, con dos ritos, oriental y latino, iguales en esencia y dignidad. De allí, de la tumba de San Pedro, es de donde parte el evangelario, alzado, en alto -como indica la liturgia-, el palio papal y el nuevo anillo del pescador.

Fuera, en la Plaza, la Santa sede ha colocado a la derecha del altar a las personalidades eclesiásticas no concelebrantes; a la izquierda, las autoridades políticas y civiles. Un protocolo cuya primera norma no es la riqueza, sino la belleza. También en el esplendor de los cánticos, entonados por el Coro de la Capilla Sixtina y de la Academia Pontificia del Instituto de Música Sacra. El primer canto gregoriano ha sido "¡Cristo es Rey!". Ya en la misa, para el ofertorio, se ha elegido un motete de Pierluigi di Palestrina, una pieza compuesta para esta celebración: “Tu eres el pastor de las ovejas”. Después, otras melodías, entre otras alguna del maestro Vitoria, además del canto de las letanías de los santos, concluida con los últimos tres papas santos: Gregorio VII, San Pio IX, San Pio X

Dos son los momentos más importantes de la ceremonia que se desarrollan antes de que comience la Misa. Ritos con los que Jorge Mario Bergoglio pasará a ser el Papa Francisco. El primero es la imposición del palio: confeccionado de lana de oveja, al Santo Padre se lo impone el cardenal protodiácono (el mismo que anunció su nombre desde el balcón de San Pedro). Representa el cuidado que el buen pastor debe tener con su rebaño, con sus ovejas, con la Iglesia (con mayúscula).

Después, el decano de los cardenales, Angelo Sodano, ha entregado a Francisco el "anillo del pescador", cuya imagen es Pedro con las llaves. Es de plata dorada. Realizado por el artista Enrico Manfrini. Pero ni se ha hecho ni se ha comprado ahora. Era de monseñor Macchi, ese monseñor amigo de los artistas que fue secretario de Pablo VI. Después el anillo pasó a ser propiedad de otro monseñor, Malnati; él ha sido quien lo ofreció al cardenal Re, por si el nuevo Romano Pontífice quería utilizarlo.

Y por último, entre estos ritos, el acto de la promesa de obediencia al nuevo Papa: seis cardenales, dos por cada orden. ¿Y dónde están los otros representantes del Pueblo Santo de Dios? Los católicos de a pie ofrecerán este gesto de obediencia al nuevo Papa en la catedral de San Juan de Letrán en una ceremonia prevista para los próximos días.

Comienza la Misa. Es la que corresponde a la Solemnidad de San José, Patrono de la Iglesia Universal. Concelebran 180 cardenales, los patriarcas de las iglesias católicas que no son cardenales, el secretario del colegio cardenalicio, y dos sacerdotes, los dos españoles, que ocupan los cargos de presidente y vicepresidente de la Unión de Congregaciones y Ordenes Mayores: el franciscano Carballo y el jesuita, Adolfo de Nicolás, el Superior de Francisco hasta el pasado 13 de marzo.

El evangelio, momento culminante de la liturgia de la palabra, se ha proclamado en griego, en deferencia al rito oriental. Después, la homilía del Papa Francisco, en italiano. En la plaza un gran silencio. El Santo Padre, muy tranquilo. "Parece que siempre ha sido Papa", dicen en la plaza, nada más escuchar sus primeras palabras. El texto ha sido entregado por la Oficina de Prensa de la Santa sede con anterioridad, pero con un aviso: "Este Papa ama improvisar. ¡Estén ustedes muy atentos!". No, el Papa Francisco, no ha improvisado.

El Papa habla de San José, lo pone de ejemplo, describe su vocación, y ensalza su fidelidad y disponibilidad; comenta cómo ha sabido escuchar a Dios, cómo está atento a todo lo que sucede a su alrededor... Este es el preámbulo de su discurso. Después viene el núcleo de la homilía, cuando el papa Francisco liga esta vocación a la de todos, a la de cada uno, también a la suya. Y concluye con un rotundo desenlace: la responsabilidad de custodiar con ternura, de no destruir, lo que hemos recibido: desde la creación, hasta a nosotros mismos, a los que nos rodean, y especialmente a los más pobres. "No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura", señala el papa Francisco. "Porque todos estamos llamados a hacer brillar la estrella de la esperanza: protejamos con amor lo que Dios nos ha dado". Así ha concluido su homilía el nuevo Obispo de Roma, la homilía de inicio del pontificado.

En San Pedro se ha hecho el silencio. "Estamos callados pero el volcán en plena ebullición está por dentro", comenta un joven, uno de los muchísimos jóvenes italianos que han venido hasta aquí trayendo a sus hijos, y en algunos casos éstos son todavía bebes. A su lado, un grupo que viene del Líbano y que recuerdan los viajes al Líbano de Juan Pablo II y Benedicto XVI. "Francisco, también vendrá. Estamos seguros!".

Al final, con la misa terminada (una liturgia bella pero recortando tiempos para no hacer el acto demasiado largo, como era el deseo de Francisco), el Papa se ha dirigido a rezar frente a la imagen de la Virgen que ha presidido todo. Después, ya entre los gritos de la gente: Francesco! Francesco! Francesco!, los cánticos gregorianos, y las campanas de San Pedro que "tocan a fiesta", el recién Santo Padre ha vuelto a entrar en la Basílica, donde se ha quitado los ornamentos sagrados, y delante del Altar de la confesión, ha recibido el saludo de los representantes diplomáticos de 132 países y de diversas organizaciones presentes en la misa. Dos horas de saludo. Las principales delegaciones han sido las de Argentina (encabezado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y 19 personas más de su Gobierno) y la de Italia, con sus presidentes al frente: República, Gobierno, Senado, Congreso y Tribunal.

Ya, en los próximos días, el Padre Francisco tendrá que resolver cómo contestar a los millones de mails que ya ha recibido. Y eso que aún no hay dirección oficial.

domingo, 17 de marzo de 2013

EL ARZOBISPO Y SU "CURA VILLERO"

En las barracas de Villa 21 el Papa Francisco está ya en una foto pegada en un muro. «La otra noche los habitantes han salido a celebrarlo» por calles sin asfaltar y mal iluminadas, entre cloacas abiertas y paredes semiderruidas: en la favela más grande de Buenos Aires todos conocían al arzobispo Jorge Mario Bergoglio y lo habían visto personalmente. «Celebraba misa y bautizaba, venía constantemente a vernos, era uno de nosotros». Cura villero, «sacerdote de barracópolis», al igual que los jóvenes sacerdotes que había enviado a los lugares más oscuros y olvidados de la capital, «sin abandonarnos jamás: ayudaba no sólo con su palabra, sino también con su presencia constante».


José María de Paolo es conocido en estos lares como «Padre Pepe». Barba larga, las mangas de la camisa arremangada, una distancia oceánica con respecto al terciopelo rojo de la Santa Sede, y sin embargo con un sólido vínculo con el nuevo Papa.

 «Ver a la persona con la que has compartido el mate salir al balcón vestido de blanco... ¡Caray, qué sensación!».

«Él me protegió»

En misión ahora por la provincia, el padre Pepe considera a Bergoglio «un amigo y un padre espiritual»: «Fue él quien me mandó en 1997 a Villa 21», al frente de un «equipo de sacerdotes» en una parroquia extrema, situada en una tierra de compra y consumo de drogas. Cuatro sacerdotes para cuarenta mil personas: «Gracias a él, a su presencia, hemos conseguido desarrollar muchos trabajos de prevención y recuperación». Gracias a la intervención del arzobispo, Di Paola se ha salvado: «Me la habían jurado, él me protegió».

Ha sido por la droga. «Yo coordinaba a los sacerdotes, corría el año 2009 y habíamos hecho una declaración pública sobre el narcotráfico que no tenía control ni límite en Villa Miseria, estaba devastando a todos, incluyendo a los niños». No pasó inobservado, y un hombre bien vestido y con acento de ciudad se apresuró a explicárselo: «Me dijo que me matarían». Después vinieron las amenazas telefónicas y las cartas. «Pero Bergoglio me defendió: durante una misa en la Plaza de Mayo, en el centro de Buenos Aires, habló abiertamente de las amenazas cuando nadie lo sabía. Tanto es así que los medios de comunicación me buscaron, empezaron a interesarse, se despertó la atención por lo que estaba sucediendo. Pero no sólo eso, el cardenal venía a la villa, se dejaba ver a mi lado, me acompañaba como un padre, apoyándome personal y públicamente en el momento para mí más difícil».

¿Reaccionario o progresista?

Blanco o negro, explica José María Poirier, director de la principal revista católica argentina, Criterio: «Bergoglio ha sido un hombre de ruptura, o de frontera como prefiere decir él. Austero, sobrio, severo, distante tanto de la teología de la liberación como de las corrientes de derecha». Reaccionario para algunos, progresista para otros: «No es fácil definirlo. Ha mantenido juntos a los obispos en años complicados, pero tanto dentro de la Compañía de Jesús como de la Iglesia argentina ha sido muy amado y muy odiado».

El Padre Pepe lo adora: «Estoy convencido de que su mirada, incluso ahora que es Papa, se dirigirá siempre a los más pobres».



EVANGELIO DOMINGO V DE CUARESMA: Palabras del Papa Francisco

Jn 8,1-11: El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.


En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.

Los letrados y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron:
-Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras: tú, ¿qué dices ?.

Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo.

Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.

Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:

-El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.

E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.

Ellos, al oirlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último.

Y quedó solo Jesús, y la mujer en medio, de pie.

Jesús se incorporó y le preguntó:

-Mujer, ¿dónde están tus acusadores?, ¿ninguno te ha condenado?

Ella contestó:

-Ninguno, Señor.

Jesús dijo:

-Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más.
                                    .............................................................................       

Román Encabo: Las palabras que entrecomillo a continuación están tomadas de la última entrevista que concedió el arzobispo Bergoglio a una humilde emisora de radio de un barrio sencillo de Sao Paulo. Las pongo aquí, porque considero que vienen como anillo al dedo para que sirvan de comentario y meditación de las palabras del Evangelio de hoy.


“Lo que más me impresiona de Jesús es su ternura, su misericordia. Jesús perdona siempre, te está esperando para perdonarte, para volverte a ubicar. Jesús no se cansa de perdonar. Si nosotros nos apartamos mucho de Jesús se nos va endureciendo el corazón. Y entonces nos cansamos de pedir perdón, pero Él no se cansa nunca de perdonas. Hagas lo que haya que hecho en la vida, mira a Jesús, y vas a sentir lo que es su misericordia. Y eso se lo digo a todos. No le tengan miedo. Algunos dicen ‘no, Jesús está con el látigo en la mano, y me va a dar por todos lados’. Te está esperando con ternura, con cariño, basta que lo mires. Eso es lo que a mi más llega de Jesús, su ternura y su misericordia. Por eso usé esa palabra en mi lema sacerdotal”.


jueves, 14 de marzo de 2013

EL BARRIO PORTEÑO DONDE NACIÓ EL NUEVO PAPA

En el diario digital porteño CLARÍN.COM ( y como fuente EFE y AFP) viene hoy este interesantísimo reportaje sobre el barrio FLORES, donde nació Jorge Mario Bergoglio, nuevo Papa Francisco I. A veces se sabe más de una persona oyendo lo que dicen de él los que más y mejor lo conocen: sus propios paisanos.

Román Encabo.

Flores: el barrio porteño donde nació y regresa siempre el nuevo Papa

Allí pasó su infancia, estudió y tomó la comunión. También jugó en sus plazas y se mantuvo en contacto con los vecinos. El 17 de marzo, las monjas de la Misericordia lo esperaban para tomar el té. Tendrán que esperar.

13/03/13 - 23:51

"Tiene una relación muy especial con esta parroquia, todos los años en Semana Santa daba misa acá y lo esperábamos para este 23 de marzo", dijo el cura Gabriel, párroco de la Iglesia San José de Flores, el barrio porteño donde nació y pasó su adolescencia Jorge Bergoglio. Pero ahora deberán esperar. El Nuevo Papa tendrá que estar presente en Roma para esa fecha por Semana Santa.

El cura Gabriel, de 46 años, asegura que en los confesionarios de la parroquia a su cargo fue donde "Bergoglio, a los 17 años, tuvo una revelación divina para ingresar al sacerdocio y por eso tiene una relación muy especial con esta parroquia".

"Muchas de las personas pobres que vienen a alimentarse en el comedor de la parroquia le han escrito cartas, y Bergoglio se las contesta de puño y letra", señaló el cura Gabriel. Es "sencillo y humilde", dijo el párroco.


"Era una persona muy serena, muy tranquila, muy directa y un gran intelectual", repasó el religioso quien confesó que cuando el nuevo Papa fue seminarista "era un fumador empedernido".

El barrio de Flores, marcado por su actividad comercial con epicentro en una extensa avenida que cruza la capital, tiene además una zona humilde donde se sitúa el estadio de San Lorenzo, el club de sus amores, que paradójicamente fue fundado por un cura.

Incluso, el estadio del azulgrana, o "el Santo", como también le llaman, está, precisamente, en Flores.

Pero Bergoglio, tímido y estudioso, le dejó poco espacio al juego del fútbol en el barrio, una marca indeleble de casi todos los niños argentinos, según sus amigos de la infancia.

"Cuando Jorge era chico jugaba a la pelota (al fútbol) con nosotros en la plaza Herminia Brumana, acá en Flores, pero después cuando entró al noviciado estaba siempre estudiando: pasaba por allí los sábados, nos veía jugando, nos saludaba y se iba", dijo Osvaldo Dapueto, de 68 años, uno de sus amigos en la niñez, cuyo padre odotónlogo atendía a toda la familia del hoy Papa.

Idéntica descripción hizo Rafael Musolino, de 76 años, quien vivía en la misma casa que Bergoglio, en la calle Membrillar 531 de Flores, un inmueble compartido por varias familias, como era habitual en Buenos Aires en las primeras décadas del siglo pasado, aunque su casa solo conserva un patio interior de la construcción original.

"Era muy estudioso, cuando entró al seminario solo pasaba para saludar, pero no jugaba", dijo Musolino casado con Martha Laera, de 71 años, quienes eran amigos inseparables en la infancia de Bergoglio.

Francisco será un "Papa de barrio". Al menos así lo llaman ya en Flores, donde también destacan la "humildad" del nuevo pontífice.

"Está casa está bendecida. Tengo una emoción... pensar que nació y vivió aquí", dijo Marta Romano, dueña desde hace 35 años de la casa en la que nació quien desde hoy conduce la Iglesia católica.

Marta y su esposo, Arturo, abren las puertas de su hogar, una casa de unos 80 metros cuadrados, sencilla, de gente trabajadora, ahora reformada y de dos plantas, pero de un solo piso en tiempos en que Bergoglio era un niño.

Atrás, un patio, que supo tener una parrilla, un limonero y un árbol de pomelo, y que fue testigo de los juegos infantiles del que hoy ha dejado de ser arzobispo de Buenos Aires para convertirse en Papa.

Mario Bergoglio, padre de Jorge, trabajó como empleado ferroviario y luego como operario de una fábrica textil. Su madre, Regina, fue ama de casa. Bergoglio tuvo tres hermanos, que ya no viven en Flores.

"No se llega a Papa siendo revoltoso. Pero es un Papa de barrio, el Papa de Flores", dijo orgulloso Osvaldo Dapueto, quien siguió en contacto con Bergoglio y a quien describe como "un hombre de una lucidez extraordinaria y de una capacidad increíble, con un altísimo vuelo intelectual".

A la vuelta de la esquina, Marta, quien también lo conoció desde la infancia, coincide en recordar que el pequeño Jorge "no era de estar tanto en la calle jugando", como los otros chicos del barrio, "sino más bien más estudioso".

Rafael, esposo de Marta, describe al nuevo Papa de un modo simple pero, que en pocas palabras, dice mucho: "Es una buena persona".

Justo en frente, apenas cruzando la calle, está la iglesia Santa Francisca Javiera Cabrini, una pequeña parroquia que hoy se revolucionó con el "habemus papam".

Adentro, la gente cantó. Aparecieron carteles con los colores papales, con el nombre de Francisco y fotos de Bergoglio en una de las tantas misas que se suele celebrar allí.

"Vino a mi fiesta de quince años. Es un ser maravilloso. Humilde. Un Papa maravilloso", dijo una vecina del barrio que pidió no ser nombrada.

Para este domingo próximo en la agenda del hasta hoy cardenal primado de Argentina había marcado un compromiso que ya no cumplirá: iba a celebrar misa para las Hijas de Nuestra Señora de la Misericordia en el colegio que, a una cuadra de su casa natal, hizo el jardín de infantes y tomó la primera comunión.

"Cuando murió la hermana Dolores, que era la maestra que lo había preparado para la primera comunión, estuvo toda la noche arrodillado en oración en la capilla, al lado de ella. ¬¡Es un santo este hombre!", aseguró la hermana Marta, que no puede ocultar su alegría.

"Por los patios de esta escuela anduvo correteando de chiquito. Acá hizo el jardín (de infantes) y también tomó la primera comunión en esta parroquia", dijo la hermana Isabel, de 78 años, de la Iglesia de la Misericordia.

Como el padre Gabriel, también las monjas de la Iglesia de la Misericordia esperaban a Bergoglio para los próximos días. "El mes pasado estuvo con nosotras tomando el té con leche y lo esperábamos el próximo 17 para que presidiera la reunión de la arquidiócesis, cuando nos reunimos todas las hermanas, pero ahora es el Papa y no va a poder venir", dijo la hermana Isabel, entre resignada y alegre.

Las hermanas de la comunidad cuentan que Bergoglio suele tomarse el colectivo desde el centro de la ciudad para ir a visitarlas y, si se toma un té con ellas, luego hasta lava él mismo la taza.

"Es sencillo. Siempre viene en colectivo. El siempre fue así, una persona muy sencilla", atestigua la hermana Teresa, que ya se prepara para contarle mañana a los niños del colegio que el nuevo Papa jugó y rezó donde ellos lo hacen todos los días.

Fuente: EFE y AFP



BIOGRAFÍA DEL NUEVO SUCESOR DE PEDRO

BIOGRAFIA: ¿QUIÉN ES JORGE MARIO BERGOGLIO?


Sirviéndome de lo publicado por Vatican Information Ofice (VIS), gacetta informativa de la Ciudad del Vaticano, quiero colgar aquí una sucinta biografía del nuevo Papa.


Ciudad del Vaticano, 13 marzo 2013 (VIS).- Reproducimos la biografia oficial del nuevo Papa, editada con ocasión del Cónclave por la Sala de Prensa de la Santa Sede, con los datos facilitados por los propios cardenales.

JORGE MARIO BERGOGLIO, S.I

El cardenal Jorge Mario Bergoglio, S.I., arzobispo de Buenos Aires (Argentina), Ordinario para la Fe de Rito Oriental de los residentes en Argentina y desprovisto de Ordinario del mismo rito, nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936. Estudió y se diplomó como Técnico Quimico, para después escoger el camino del sacerdocio y entrar en el seminario de Villa Devoto.

El 11 de marzo de 1958 ha ingresado en el noviciado de la Compañía de Jesús, ha realizado estudios humanísticos en Chile, y en 1963, de regreso a Buenos Aires, se ha licenciado en Filosofía en la Facultad de Filosofía del Colegio «San José» de San Miguel.

De 1964 a 1965 fue profesor de Literatura y Psicología en el Colegio de la Inmaculada de Santa Fe, y en 1966 enseñó la misma materia en el colegio de El Salvador de Buenos Aires.

De 1967 a 1970 estudió Teología en la Facultad de Teología del Colegio «San José», en San Miguel, donde se licenció.

El 13 de diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote.


En el curso 1979-71, superó la tercera probación en Alcalá de Henares (España) y el 22 de abril hizo la profesión perpetua.

Fue maestro de novicios en Villa Barilari, en San Miguel (1972-1973), profesor de la Facultad de Teología, Consultor de la Provincia y Rector del Colegio Massimo. El 31 de julio de 1973 fue elegido Provincial de Argentina, cargo que ejerció durante seis años.

Entre 1980 y 1986, fue rector del Colegio Massimo y de la Facultad de Filosofía y Teología de la misma casa y párroco de la parroquia del Patriarca San José, en la diócesis de San Miguel.

En marzo de 1986, se trasladó a Alemania para concluir su tesis doctoral, y sus superiores lo destinaron al colegio de El Salvador, y después a la iglesia de la Compañía de Jesús, en la ciudad de Cordoba, como director espiritual y confesor.

El 20 de mayo de 1992, Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. El 27 de junio del mismo año recibió en la catedral de Buenos Aires la ordenación episcopal de manos del cardenal Antonio Quarracino, del Nuncio Apostólico Monseñor Ubaldo Calabresi y del obispo de Mercedes-Luján, monseñor Emilio Ogñénovich.

El 13 de junio de 1997 fue nombrado arzobispo coauditor de Buenos Aires, y el 28 de febrero de 1998, arzobispo de Buenos Aires por sucesión, a la muerte del cardinal Quarracino.

Es autor de los siguientes libros: «Meditaciones para religiosos» de 1982, «Reflexiones sobre la vida apostólica» de 1986, y «Reflexiones de esperanza» de 1992.

Es ordinario para los fieles de rito oriental residentes en Argentina que no cuentan con un ordinario de su rito.

Gran Canciller de la Universidad Católica Argentina.

Relator General Adjunto en la 10ª Asamblea General Ordinaria del Sinodo de los Obispos de octubre de 2001.

Desde noviembre de 2005 a noviembre de 2011 fue Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina.

Juan Pablo II le ha creado y publicado cardenal en el Consistorio del 21 de febrero de 2001, titular de San Roberto Bellarmino.

Es miembro de :

Las siguientes congregaciones: para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; para el Clero; para los Institutos de Vida Consagrada y de la Sociedad de Vida Apostólica

El Consejo Pontificio de la Familia

La Comisión Pontificia para América Latina

EL CARDENAL BERGOGLIO ES EL PAPA FRANCISCO



SUS PRIMEROS GESTOS, SUS PRIMERAS PALABRAS:

Ciudad del Vaticano, 13 marzo 2013 (VIS).-El cardenal Jorge Mario Bergoglio S.I. ha sido elegido Sumo Pontífice, 265 sucesor de Pedro, tomando el nombre de Francisco. Es el primer Papa latinoamericano, el primer Pontífice miembro de la Compañía de Jesús y el primer “Francisco” de la historia.

A las 20,12, -cincuenta y cuatro minutos después de la aparición de una espesa "fumata" blanca a las 19,06- el Cardenal Protodiácono, Jean-Louis Tauran ha dado el anuncio a las gentes desde la "loggia" o balcón de la Bendición de la basílica vaticana, con estas palabras:

Annuntio vobis gaudium magnum:  habemus Papam:

Eminentissimun ac Reverendissimum Dominum, Dominum Georgium Marium

Sanctæ Romanæ Ecclesiæ Cardinalem Bergoglio

qui sibi nomen imposuit Franciscum



(Os anuncio con gran alegría: Tenemos Papa,

El eminentísimo y reverendísimo  Señor Jorge Mario

Cardenal, de la Santa Iglesia Romana, Bergoglio

Que ha tomado el nombre de Francisco)


El cónclave que ha llevado a la elección del Papa Francisco comenzó el martes, 12 de marzo, en la Capilla Sixtina del Palacio Apostólico Vaticano, con el "extra omnes" intimado a las 17.33 por el maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, monseñor Guido Marini, tras el juramento de los 115 cardenales electores.
La primera fumata negra apareció a las 19,42 del mismo día. El miércoles , 13 de marzo , la fumata negra fue a las 11,40. La fumata blanca apareció a las 19.06 del 13 de marzo

A las 20, 24 el Santo Padre Francisco, precedido por la Cruz,
se ha asomado al balcón exterior de la basílica, completamente iluminada, para saludar e impartir la bendición apostólica "Urbi et Orbi" (a la ciudad y al mundo) a las decenas de miles de personas, que abarrotaban la Plaza de San Pedro y la Via della Conciliazione, llenas de paraguas, a causa de la lluvia que ha caído durante toda la jornada en Roma.

Antes de que el nuevo Papa saliera al balcón, un destacamento de honor de la Guardia Suiza Pontificia, en uniforme de gran gala y llevando el estandarte pontificio, se situó bajo la “loggia”, seguido por una representación de los diversos cuerpos del Ejército italiano que desde 1929 rinden homenaje al Papa en las ocasiones importantes, en señal de reconciliación entre la Santa Sede y el Estado italiano. La Banda de la Santa Sede acompañaba la espera. Apenas se ha sabido el nombre del nuevo pontífice, la multitud ha empezado a cantar en coro: “Francisco, Francisco”.

El nuevo pontífice ha dirigido estas palabras a los fieles:

"Hermanos y Hermanas, ¡Buenas Noches!"

"Sabéis que el deber del Conclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo... Pero estamos aquí... Os agradezco la acogida. La comunidad diocesana de Roma tiene a su Obispo: ¡Gracias! Y antes que nada, querría hacer una oración por nuestro Obispo Emérito, Benedicto XVI. Recemos todos juntos por él, para que el Señor le bendiga y la Virgen lo custodie. "
(Se ha rezado el Padre Nuestro, el Ave María y el Gloria)

"Y ahora, empezamos este camino: obispo y pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma, que es la que preside en la caridad a todas las iglesias. Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre por nosotros: los unos por los otros. Recemos por todo el mundo, para que haya una gran fraternidad. Os deseo que este camino de la Iglesia, que hoy comenzamos y en el cual me ayudará mi Cardenal Vicario, aquí presente, sea fructuoso para la evangelización de esta ciudad tan hermosa. "

"Y ahora querría dar la bendición, ... Pero antes, antes, os pido un favor: antes de que el obispo bendiga al pueblo, os pido que vosotros recéis al Señor para que me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la bendición para su Obispo. Hagamos en silencio esta oración de vosotros por mi. "

"Ahora os doy la bendición a vosotros y a todo el mundo, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad."

"Hermanos y hermanos os dejo. Muchas gracias por vuestra acogida. Rezar por mi y hasta pronto. Nos veremos pronto: mañana quiero ir a rezar a la Virgen, para que custodie a toda Roma. Buenas noches y que descanséis!"

miércoles, 13 de marzo de 2013

HABEMUS PAPAM: FRANCISCO I

HABEMUS PAPAM:  SANTO PADRE FRANCISCO I

Francisco I: "Recemos siempre los unos por los otros. Por todo el mundo. Porque sea una gran hermandad"

JORGE MARIO BERGOGLIO, Cardenal de Buenos Aires, ha sido elegido el 266 Sucesor de Pedro. Obispo de Roma y encargado por Cristo "para confirmar en la fe a sus hermanos".

A las 19:05 minutos, del día 13 de marzo de 2013 el Colegio Cardenalicio ha elegido nuevo Papa: Francisco I.

La primera impresión, tras ver la "fumata bianca" ha sido de emoción. La Iglesia de Cristo seguía con un nuevo Pastor, visualizaba de un modo personal -con la elección papal- las palabras de Cristo: "Yo estaré con vosotros hasta el final de los tiempos". Fe, emocionada, porque aquellas palabras del Maestro de Nazareth continuaban teniendo un eco presencial en la historia: "Tu eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia".

La figura del nuevo Papa me provoca unas sensaciones que quiero aquí, a vuela pluma y a los pocos minutos de haber sucedido su elección, dejar constancia. Haré una pequeña reseña sobre el nombre del papa electo, sus primeros gestos, sus primeras palabras. Todo esto, está cargado, sin duda y si sabemos leer entre líneas, de un gran significado.

En primer lugar el nombre elegido como sucesor del pescador de Galilea: FRANCISCO. Es la primera vez que se elige este nombre, a pesar de que en la historia de la Iglesia es uno de los nombres más venerados por los cristianos. Dos son los prohombres de la Iglesia que, con ese nombre, han trascendido todos los continentes y culturas con su mensaje de amor y de fe: Francisco de Asís y Francisco Javier.
FRANCISCO DE ASIS. El pobre entre los pobres, el hermano de los pobres, el "poverello". El que fue capaz de desprenderse de todos los oropeles que revestían su figura y su situación familiar y ofrecerse enteramente a Dios y a sus hermanos. La pobreza es el distintivo de Francisco de Asís y de sus hermanos los franciscanos.
FRANCISCO JAVIER. El segundo cristiano que con ese nombre ha calado profundamente en los creyentes de todos los continentes es Francisco Javier. Nuestro compatriota y misionero jesuita también dejó todo, para, siguiendo la espiritualidad de Ignacio de Loyola, llevar la esperanza y la fe cristianas a los pueblos más remotos y a las gentes más sencillas. Pues, bien. El nuevo Papa, este hombre argentino, de origen italiano, nacido en una familia humilde económica y socialmente y que hoy ha sido elegido por la Iglesia como su timonel, ha elegido, también, el nombre de FRANCISCO. Yo veo en ello, toda una declaración de intenciones: Quiere una Iglesia humilde, desprovista de mundanidad, que ponga a Cristo, desnudo en la cruz, como centro de su ser y de su hacer.

En segundo lugar, los gestos y la actitud. Ha aparecido por primera vez ante el mundo, revestido con  una sencilla sotana blanca. Sin ningún adorno papal, de reminiscencias imperiales o mundanas. Toda una gran lección: la sencillez. Sabíamos ya con anterioridad la anécdota que se cuenta: Cuando alguien le preguntaba -en Buenos Aires- que cómo tenían que llamarle, si Eminencia o Cardenal o... él contestaba llamadme, simplemente, lo que soy: El padre Bergoglio.


En tercer lugar sus palabras. Yo intuyo, por sus palabras y su comportamiento, que estamos ante un Papa muy sencillo, calado hasta la médula por la fe en Jesús y en su Iglesia. Lo primero que ha hecho, no ha sido aparecer con gestos grandilocuentes, muy al uso de un hombre que sabe la difusión que hoy en día tienen los gestos a través de los medios de comunicación. No; lo primero que ha hecho ha sido, 1º) tener un recuerdo agradecido hacia su antecesor, Benedicto XVI, por quien nos ha pedido que, unidos a él, nos pusiéramos con fe a rezar. Ha sido, ciertamente, un gesto insólito: No sólo los fieles que llenaban la Plaza de san Pedro, sino todos los creyentes que, esparcidos por el mundo entero, seguíamos ese momento histórico de su primera aparición, nos hemos puesto en actitud orante, sabiéndonos indigentes y necesitados de la ayuda del Padre, pidiendo por el "obispo emérito de Roma", Benedicto XVI;  2º) Acto seguido y antes de impartir la bendición urbi et orbi, nuevamente, nos ha hecho orar junto a él, pidiendo al Padre que le bendijese en la gran tarea que acababan de poner sobre sus hombros.
Tras unos segundos de silencio, cargados de
fe y amor -no sólo por los que abarrotaban la Plaza de San Pedro, sino por los millones de fieles y hombres de buena voluntad que seguíamos la transmisión a través de televisión-, en los que hemos pedido sinceramente que el Espíritu le ayudase en su nueva misión, nos ha impartido su primera bendición papal.

Todo lo comentado, nos está diciendo -al menos así lo creo yo- que estamos ante un hombre de fe,  ante un gran pastor, ante un magnífico obispo, ante el gran párroco de esta comunidad que llamamos Iglesia Universal. Nos da dicho, con sus gestos y palabras, que lo primero es Dios, en quien vivimos, nos movemos y somos, y que en esa unión vital con el Dios, Padre bueno, tenemos que ser agradecidos -oración por su antecesor-, tenemos que implorar su misericordiosa ayuda y tenemos que llevar este mensaje a todos los hombres, hijos de Dios.
Me dicen, al escribir ésto, que Francisco I acaba de poner su primer saludo en twiter. Se corrobora mi primera impresión: Este hombre es un gran pastor, es un buen obispo y sucesor de Pedro.

Me alegro, también, porque con su elección se ha roto la hegemonía que Europa venía ejerciendo al haber sido europeos o de oriente próximo la casi total mayoría de los papas, en veintiun siglos de Iglesia. Hoy los cristianos, y los católicos concretamente, no estamos en Europa, como contingente mayoritario. La vieja europa está dando viejos cristianos y pobres y escasas comunidades de cristianos. Hoy es Latinoamérica el continente donde está el porcentaje mayoritario de esos 1.200 millones de católicos, que configuramos la Iglesia Católica. Allí se convive, asimismo, con unos grupos de hermanos protestantes muy vivos y dinámicos, apoyados por el gran poder económico norteamericano. Allí, en América Latina, se está jugando la Iglesia mucho de su futuro. Los Cardenales han tenido una gran intuición profética y pastoral y, teniendo en cuenta todo ésto, han elegido un Papa de aquella procedencia. Esto es una bendición.

En Buenos Aires, como en cualquier otra parte de Latinoamérica hay mucha pobreza. El nuevo Francisco sabrá descubrir que la misión de la Iglesia está hoy, primordialmente, en hacer ver al mundo, principalmente a los hermanos americanos, que la Iglesia no es sino la continuación de Cristo, que los cristianos somos ese grupo de gentes sencilla que queremos compartir el pan único, Cristo, con todos los hermanos, particularmente con los más necesitados. Que la Iglesia tiene que seguir siendo, como Cristo quiso, la Iglesia de los pobres: "Lo que hagáis a uno de estos mis hermanos más pequeños, en mi nombre, a mí me lo hacéis". Y nos prometió el premio si en nuestra andadura sabíamos descubrir su rostro en los más menesterosos y humildes: "Venid, benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me distéis de comer; tuve sed y me dísteis de beber; estuve enfermo y me visitásteis, en la cárcel y me fuísteis a ver".

GRACIAS, SEÑOR, PORQUE CONTINÚAS, EN MEDIO DE LAS OLAS TUMULTUOSAS DE LA VIDA, ESTÁNDO JUNTO A NOSOTROS, APOYANDO A TU PEQUEÑA BARQUICHUELA, LA IGLESIA, PARA QUE NO NAUFRAGUE Y REME MAR ADENTRO, CON FE Y SIN MIEDO.

PRIMERA ELECCIÓN: FUMATA NEGRA.

Ayer, a la entrada de la Sixtina los cardenales electores fueron acogidos por el el Prefecto de la Casa Pontificia, arzobispo Georg Gänswein; el Sustituto de la Secretaría de Estado, arzobispo Angelo Becciu; el Secretario para las Relaciones con los Estados, arzobispo Dominique Mamberti; el Comandante de la Guardia Suiza Pontificia, Daniel Rudolf Anrig; los religiosos y religiosas encargados de la Sacristía; los sacerdotes confesores; y el personal de servicio autorizado. Guardaban las puertas de la Capilla Sixtina miembros del Cuerpo de la Guardia Suiza Pontificia.


Cada uno de los cardenales ocupó el sitial de madera de cerezo con su nombre, dispuesto según el orden de precedencia: obispos, presbíteros y diáconos. Todos juntos han entonado el “Veni Creator”. Terminado el canto, el cardenal Re les ha invitado a pronunciar el siguiente juramento en latín:

“Todos y cada uno de nosotros Cardenales electores presentes en esta elección del Sumo Pontífice prometemos, nos obligamos y juramos observar fiel y escrupulosamente todas las prescripciones contenidas en la Constitución Apostólica del Sumo Pontífice Juan Pablo II, Universi Dominici Gregis, emanada el 22 de febrero de 1996. Igualmente, prometemos, nos obligamos y juramos que quienquiera de nosotros que, por disposición divina, sea elegido Romano Pontífice, se comprometerá a desempeñar fielmente el “munus petrinum” de Pastor de la Iglesia universal y no dejará de afirmar y defender denodadamente los derechos espirituales y temporales, así como la libertad de la Santa Sede. Sobre todo, prometemos y juramos observar con la máxima fidelidad y con todos, tanto clérigos como laicos, el secreto sobre todo lo relacionado de algún modo con la elección del Romano Pontífice y sobre lo que ocurre en el lugar de la elección concerniente directa o indirectamente al escrutinio; no violar de ningún modo este secreto tanto durante como después de la elección del nuevo Pontífice, a menos que sea dada autorización explícita por el mismo Pontífice; no apoyar o favorecer ninguna interferencia, oposición o cualquier otra forma de intervención con la cual autoridades seculares de cualquier orden o grado, o cualquier grupo de personas o individuos quisieran inmiscuirse en la elección del Romano Pontífice”.

A continuación, cada cardenal elector, según el orden de precedencia, juró, en latín, poniendo la mano sobre el Evangelio colocado en un atril en el centro de la Capilla Sixtina la fórmula siguiente: “Y yo, Cardenal (el nombre propio) prometo, me obligo y juro”, y ha añadido: “Así Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano”.

Cuando el cardenal James Michael Harvey, último de los electores ha prestado juramento, el Maestro de ceremonias, monseñor Guido Marini ha pronunciado la formula tradicional "Extra omnes" y aquellos que no participan en el Cónclave abandonaron la Capilla Sixtina cuyas puertas se cerraron a las 17,35.

Ayer, pues, día 12 de marzo, dio comienzo el Cónclave para elegir nuevo Pastor de la Iglesia Católica. Dentro de la capilla Sixtina -estando aún presente el Maestro de Ceremonias- , el Cardenal Prosper Grech dio una meditación a los cardenales electos, sobre el grave deber que tienen ante sí, ante Dios y ante la Iglesia de elegir al Papa, y hacerlo con rectitud de intención, buscando cumplir, solamente, la voluntad de dios y mirando, únicamente, al bien de toda la Iglesia.
Tras la exhortación y a instancias del cardenal Giovanni Battista Re el colegio cardenalicio, elector, dio comienzo a la primera elección del Cónclave, que por ser la primera era facultativa.

El resultado de esta primera elección: Fumata negra. No hubo elección en esta primera votación del Cónclave.

(Datos tomados de VIS)

AGENDA DIARIA DEL CÓNCLAVE


Diario del cónclave:

6:30 Desayuno

7:45 Salen de la Casa Santa Marta hasta el Palacio Apostólico

8:15 Misa en la Capilla Paulina

9:30 Primera ronda de dos votaciones dentro de la Capilla Sixtina

12:30 Regreso a Santa Marta

13:00 Comida

16:00 Salen de Casa Santa Marta hasta el Palacio Apostólico

16:50 Segundo turno de votaciones dentro de la Capilla Sixitna

19:15 Rezo de las Vísperas en la Capilla Sixtina

19:30 Regreso a Casa Santa Marta

20:00 Cena

La primera fumata tras las votaciones de la mañana podrá verse sobre las 11:30, y por la tarde sobre las 18:30 ó 19:00 de la tarde.

En el caso de que el Papa haya sido elegido en la primera votación, el humo podrá verse sobre las 10:30 de la mañana o a las 18:00 por la tarde.

martes, 12 de marzo de 2013

LOS CARDENALES QUE ELEGIRÁN AL PAPA






Ciudad del Vaticano, 12 marzo 2013 (VIS).-Son 115 los cardenales que esta tarde entran en el cónclave que elegirá al sucesor de Benedicto XVI. No participan en el cónclave el cardenal arzobispo de Yakarta (Indonesia) Julius Riyadi Darmaatmadja, por razones de enfermedad ni el cardenal Keith Michael O'Brien, ex arzobispo de Edimburgo (Reino Unido) por motivos personales.

Los cargos que desempeñan los cardenales de la Curia romana decaen a partir del inicio de la Sede Vacante (Secretario de Estado y jefes de todos los dicasterios.

Desde el punto de vista de procedencia los cardenales electores europeos son 60, divididos como sigue Italia: 28. Alemania: 6. España: 5. Polonia: 4. Francia: 4. Austria: 1. Bélgica: 1. Suiza: 1. Portugal: 2. Países Bajos: 1. Irlanda: 1. República Checa: 1. Bosnia-Herzegovina: 1. Hungría: 1. Lituania: 1. Croacia:1. Eslovenia: 1.

Los electores de Norteamérica son 14. Estados Unidos: 11. Canadá: 3.

Los cardenales de Sudámerica son 19. Brasil: 5. México: 3. Argentina: 2. Colombia: 1. Chile: 1. Venezuela: 1. Rep. Dominicana: 1. Cuba: 1. Honduras: 1.Perú: 1. Bolivia: 1. Ecuador: 1.

África cuenta con 11 electores Nigeria: 2. Tanzania: 1. Sudáfrica: 1. Ghana: 1. Sudan: 1. Kenya: 1. Senegal: 1. Egipto: 1. Guinea: 1. Rep. Dem. Congo: 1

10 cardenales de Asia. India: 4. Filipinas: 1. Vietnam: 1. Indonesia: 1. Líbano: 1. China: 1. Sri Lanka: 1.

1 cardenal de Oceanía - Australia: 1.



NORMAS Y RITOS QUE FIJAN EL DESARROLLO DEL CÓNCLAVE





Ciudad del Vaticano, 11 marzo 2013 (VIS).- La "logística" de un Cónclave no está diseñada según pareceres particulares ni modas pasajeras sujetas a la improvisación. La tradición litúrgica -fijada tras la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II- señala con gran precisión las normas y ritos que deben seguirse. Estos están en el Libro de los Ritos del Cónclave.

El primer aspecto que se subraya en este libro es la importancia que tiene el Cónclave, ya que supone la elección del Romano Pontífice. Después, centrándose en la Misa que antecede al ingreso en el Cónclave, se dedica todo un capítulo a exponer los ritos y rúbricas de esta celebración eucarística.

En el capítulo II se exponen los momentos más significativos del acto solemne de entrada en el Cónclave con el juramento específico que realizan los cardenales.

Cómo deben llevarse a cabo las votaciones y el escrutinio de los votos, también está sujeto a un orden que hay que observar con exactitud, así como los ritos que proceden y siguen, tanto el momento de la aceptación del elegido como Romano Pontífice como su proclamación.

El libro de los Ritos del Cónclave concluye, en el capítulo V, con el solemne anuncio de la elección del Papa y su primera bendición "Urbi et Orbi".

Siempre en conformidad con la Constitución Apostólica “Universi Dominici Gregis” (promulgada por Juan Pablo II), Benedicto XVI ha introducido algunas novedades con el fin de mejorar el desarrollo del Cónclave. Por ejemplo, en la misa “Para elegir al Romano Pontífice”, se prevé que participen todos los cardenales, no solo los electores.

Otra novedad es dónde debe llevarse a cabo el Rito del Ingreso en el Cónclave y del Juramento de los cardenales: la Capilla Paulina es el lugar concreto previsto para estos dos actos.

La norma establece que, en esta ceremonia, el primer cardenal por orden y antigüedad - actualmente el cardenal Giovanni Battista Re-, preside el acto, que comienza haciendo la señal de la cruz y pronunciando las siguientes palabras:

"El Señor, que guía nuestros corazones en el amor y la paciencia de Cristo, esté con todos vosotros".

Tras esta breve oración, el cardenal Re invitará a todos los reunidos a comenzar la procesión hacia la Capilla Sixtina, lugar de reunión del Cónclave, con estas palabras:

"Venerables hermanos: después de haber celebrado el divino misterio, entramos ahora en Cónclave para elegir al Romano Pontífice.
Toda la Iglesia, unida a nosotros en oración, invoca constantemente la gracia del Espíritu Santo, para que sea elegido de entre nosotros un digno Pastor de toda la grey de Cristo.

El Señor dirija nuestros pasos en la vía de la verdad, a fin de que, por la intercesión de la Beata Siempre Virgen María, de los Apóstoles Pedro y Pablo, y de todos los Santos hagamos siempre aquello que sea de su agrado”.
Tras esta oración,
los cardenales caminan en procesión hacia la Capilla Sixtina, procedidos por el ministro que lleva la Cruz, el coro y los ceremonieros, el secretario del Colegio de Cardenales y el eclesiástico que dirigirá la meditación a los cardenales electos.

La comitiva la concluye un diácono, revestido con alba y estola, que lleva el libro de los evangelios, y el cardenal Re junto al maestro de ceremonias.

Durante la procesión los cardenales cantan la Letanía de los Santos -oración que en las celebraciones de la liturgia latina tiene una destacada importancia y en la que se recuerdan a algunos santos de Oriente y de Occidente- , para concluir con el himno “Veni Creator Spiritus”, cuando los cardenales están ya reunidos en la Capilla Sixtina.

En el cántico de la letanía de los Santos se han introducido nombres no citados habitualmente, pero que corresponden a la Iglesia universal, como los Patriarcas y Profetas Abraham, Moisés y Elías; San Marón del Líbano; San Frumencio, de Etiopía y Eritrea; Santa Nina de Georgia; San Gregorio el Iluminador, de Armenia; San Patricio de Irlanda, y otros santos que representan a diversos pueblos de la tierra como los mártires de Canadá, de Uganda, de Corea, de Oceanía; Santa Rosa de Lima, por América Latina, y algunos Papas entre los que se encuentra San Pío X .

El solemne juramento de los cardenales, ya dentro de la Capilla Sixtina, sigue la fórmula establecida en la Constitución Apostólica “Universi Dominici Gregis”: cada uno de ellos, posando la mano sobre el evangelio, dice la formula prescrita.

Cuando el último de los cardenales electores ha terminado de prestar juramento, el maestro de ceremonias dice la formula tradicional "Extra omnes" y aquellos que no participan en el Cónclave abandonan la Capilla Sixtina.

Presente todavía el maestro de ceremonias, el cardenal Prosper Grech pronuncia la meditación a los cardenales electos que tiene que versar sobre el grave deber que tienen ante si de elegir al Papa, moviéndose con rectitud de intención, buscando solo cumplir la voluntad de Dios, y mirando únicamente al bien de toda la Iglesia.

Tras esta exhortación, el cardenal Giovanni Battista Re propone al Colegio de los Electores que accedan a la primera elección del Cónclave.

viernes, 1 de marzo de 2013

SEDE VACANTE Y PAPABLES


Papables, según la rumorología
Desde ayer a las ocho de la tarde en la Iglesia Católica estamos en situación de Sede Vacante. Desde esa hora, Benedicto XVI es ya Papa Emérito y, clausurados sus aposentos papales, el cardenal Camarlengo y todo el Colegio de Cardenales inicia el itinerario hacia la elección del nuevo Sucesor de Pedro.


Somos muy proclives a calificar y enjuiciar la tarea de los Cardenales, en la elección del nuevo Papa, desde unas coordenadas humanas, impregnadas del colorido social y democrático de nuestra vida civil. Lo primero que suele hacerse, es diseñar dos líneas de electores: Los “progresistas” y los “conservadores”. Aplicamos nuestras categorías sociopolíticas a la Iglesia. Y esto no es así. La Iglesia no es nuestra, la Barca de la Iglesia es de Cristo, nuestro Señor y Fundador –como nos ha recordado Benedicto XVI en su despedida- y sabemos que Él continúa en ella, sosteniéndola con la fuerza de su Espíritu en medio del oleaje de este mundo y llevándola, finalmente, hacia buen puerto. Esta es la situación originaria, fundante y fundamental, desde la que hemos de partir y desde la que parten, también, los Padres Cardenales.

Cierto que ellos, en los días previos al Cónclave, hablan entre sí. En primer lugar, para conocerse más y mejor. En segundo lugar, para comentar la situación actual de la Iglesia y las necesidades de ésta en el momento actual y en el futuro. En estas conversaciones, salen nombres. Faltaría más. Esta es la base humana, racional, desde la que, obviamente, tienen que partir y con la que cuenta el Espíritu Santo. Pero, lo hacen sabiendo previamente que, por encima de todo, tienen que guardar la Unidad: Un solo Señor, una sola Fe, un solo Dios y Padre. Esta premisa es de carácter teologal, no política ni social, y tiene un fruto vital que es la UnidadSaben que la Iglesia tiene que seguir unidad proclamando en el siglo XXI la verdad del Evangelio: Que Dios es nuestro Padre, que nos ha creado a su imagen y semejanza, y que solo lograremos esta plenitud en Cristo Jesús, dejándonos guiar, unidos en la fe, por el Espíritu del Padre y del Hijo y dentro de la Iglesia.

Por dicho, para los cristianos, para los católicos en concreto, no es problema de ningún tipo andar haciendo quinielas sobre qué Papa saldrá del Cónclave o cuál puede ser mejor para el momento actual. El Espíritu de Dios Padre y de su Hijo, nuestro Salvador Jesucristo, nos proporcionará el Papa que más nos convenga. El que resulte elegido ese será el Sucesor de Pedro y Cabeza de los Obispos, sucesores de los Apóstoles. El elegido tendrá no solamente nuestras humildes oraciones, sino, lo más importante, la ayuda del Espíritu de Aquél que nos dijo que no temiéramos, que Él estaría con nosotros “todos los días, hasta el final de los tiempos”.

Como creyentes y miembros del rebaño de Cristo, nos queda, tras dar gracias a Dios por el regalo que ha supuesto para la Iglesia el pontificado de Benedicto XVI, rogar a Dios para que los Cardenales sean permeables a las mociones del Espíritu Santo y elijan como Papa al que la Santa Trinidad quiera. Ad maiorem gloriam Dei.