miércoles, 21 de marzo de 2012

EL CIGARRILLO DE COENTRAO Y MOURIÑO







Desconozco si Coentrao ha sido excluido de la lista en la anterior jornada y en la de hoy por la famosa foto del cigarrillo. Sinceramente, no lo creo. El hecho de que tras la celebración de la cena de su cumpleaños, en una noche que no era antesala de partido, se fumase un pitillo no creo que sea motivo suficiente para que el entrenador lo castigue. En definitiva, ¿quién ha criticado lo del cigarro? Alguna prensa, que, muy sibilinamente, ha sabido entretejer lo etéreo y evanescente del humo de un cigarrillo con la calidad, más etérea y evanescente aún, del amigo Coentrao.
No creo que Mouriño se arredre ante el qué dirán de cierta prensa. Más bien pudiera haber algo más en el asunto "Coentrao". Estoy convencido que algún futbolista más del R. Madrid se echa al cuerpo algún cigarrillo que otro. ¿Va a provocar Mou una caza de brujas, castigando a Coentrao? No creo. Por eso digo que quizá haya algo más.

En cuanto al ejemplo que deben dar los deportistas, y concretamente los futbolistas de élite, hay mucha tela dialéctica que cortar. Dar ejemplo, ¿por qué y de qué? ¿De los sustanciosos, suntuarios y suntuosos contratos por altas millonadas de dólares? No creo que este disparate sea para enorgullecernos y ponerlo como ejemplo a los niños. ¿Por ser mal educados y cuando bajan del autobús y están siendo esperados por el público para felicitarles o pedirles un autógrafo no quitarse los cascos o ir dizque hablando por teléfono móvil? No creo que esa postura prepotente, de quien va sobrado y pasa de lo que le rodea sea tampoco ejemplarizante para los niños. ¿Por escupir en el campo, grosera y maleducadamente? Mucho menos por ésto. Si estuviera con Cruyf -que ha puesto a Messi de ejemplo- le diría que ejemplo serían cuando, dada la edad que tienen, fueran ejemplo de compaginar estudio y deporte; sudaran la camiseta por una remuneración económica no disparatada, y llevasen una vida normal que no atrajera las cámaras de la prensa rosa. Cuando, como Raúl, fueran buenos esposos y mejores padres de familia. Cuando se enamorasen de la muchacha aquella que conocieron en su barrio o en su pueblo y que siempre les pareció preciosa hasta que conocieron a esas cuasi anorexicas modelos, con las que siempre tendrán la duda de si están con ellos por su físico -difícil de pensar en algunos casos- o por su cuenta corriente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario