LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN DE MARÍA

Celebramos hoy la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Hoy, 8 de diciembre, es celebrada la Purísima Concepción de María, preservada de pecado original, en muchísimos pueblos del mundo y particularmente de España, donde es Patrona. Concretamente, en Pascualgrande, un pequeño anejo de Crespos -Avila- honran la concepción inmaculada de María designando esta conmemoracíón como su Fiesta local. Me uno a los queridos paisanos de Pascualgrande, chicos, grandes y a los que ya nos dejaron, en este día de su Fiesta Patronal.

El misterio de la fiesta de hoy tiene su origen en el deseo salvífico de Dios para el género humano, una vez que el hombre, Adán y Eva, había roto la relación de santidad en que habían sido creados. San Pablo (Ef. 1,4) pone las líneas maestras del plan salvífico de Dios: Dios nos eligió en Cristo, "antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor". Este plan salvífico fue roto por el primer pecado, pero, Dios es fiel y cumple sus promesas. Incluso en aquel primer momento dio a nuestro padres, caídos, una palabra de esperanza. Y dirigiéndose al mal, concretado figurativamente en la serpiente, le dice: "Por haber hecho ésto, maldita seas entre todas las bestias.... Enemistad pondré entre ti y la mujer y entre tu linaje y su linaje: él te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar" (Gn 3,13-15).

Esta promesa fue recordada al pueblo de Israel por los profetas: "He aquí que la doncella ha concebido y va a dar luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel" (Is 7,14). Esa doncella es María. En ella se cumple el vaticinio de Isaías y la promesa del Paraíso.

Dios, como cualquier padre, quiso preparar una digna morada al que hijo que venía. Esa morada es la Virgen, "llena de gracia" (Lc 1,28). En virtud de los méritos de su Hijo y para preparar a Este la más digna morada humana posible, María fue concebida sin pecado ("la sin pecado", decimos todavía en los pueblos, con gran acierto teológico). María es "la criatura totalmente amada por Dios, ya que su corazón y su vida están por entero abiertos a El" (G.J.Morado, CPL 2011). Y María, tras pedir explicación ante misterio tan inefable, -"pues, no conozco a varón"-, da su "Fiat", su "Sí" a Dios, personalizando en esa entrega radical y aceptación absoluta de los planes de Dios al Israel Santo, convirtiéndose así "en la primicia de la Iglesia y en el anticipo, aquí en la tierra, de la definitiva morada del cielo"(Ibid, G.P. Morado). El Señor construye su casa en este mundo preservando a María de toda mancha, demostrando que "donde abundó el pecado -Eva- sobreabundó la gracia -María-" (Rm 5,20).

El bello pasaje evangélico del Evangelio de hoy -Lucas 1, 26-38- y una meditación pausada de él es la mejor manera de imbuirnos en este ambiente de misericordia y gracia divinas y entrega y abandono humanos en los brazos de Dios y en sus designios. Y concluyo con una bella antífona, adaptada para el rezo de la hora litúrgica de Completas "Alma Redemptoris Mater":

Madre del Redentor, virgen fecunda,

puerta del cielo siempre abierta,

estrella del mar,

ven a librar al pueblo que tropieza

y quiere levantarse.

Ante la admiración de cielo y tierra,

engendraste a tu santo Creador,

y permaneces siempre virgen.

Recibe el saludo del ángel Gabriel

y ten piedad de nosotros pecadores.