viernes, 11 de diciembre de 2009

LA COPE PIERDE AUDIENCIA: EMERGE ESRADIO


La EGM, una de las entidades más fiables, facultada para dar las mediciones de audiencia de las cadenas de radio, informa que La Cope, tras la salida de Federico Jiménez Losantos y César Vidal, ha perdido 600.000 oyentes. El dato es catastrófico, aunque esperado.

Lo primero que se me ocurre pensar es que tuvieron que ser presiones muy fuertes, las que sufrió la Conferencia Episcopal, para prescindir de sus máximas estrellas en este partido por alcanzar el primer puesto en la lucha por la audiencia. Cuando Federico y César Vidal estaban en La Cope, ésta era la segunda cadena en audiencia a nivel nacional. Y ascendiendo en cada medida que se daba. Perder ese puesto de privilegio no puede ser sino porque los Obispos hayan sufrido presiones irresistibles o les hayan prometido algo irrefutable. El tiempo nos lo dirá.

Federico y César Vidal son las dos cabezas más privilegiadas y clarividentes en la prensa de derechas. Tienen una formación humanística sobresaliente, con unos conocimientos históricos como nadie. Sus libros sobre la historia reciente de España y sobre la historia de la gestación de la guerra civil son devorados por los lectores, pues, en muchos casos, ofrecen una lectura diferente de la políticamente establecida y correcta. Los juzgados no han podido condenar ninguna de sus aseveraciones por falsa.

Junto al lujo intelectual que suponía para La Cope tener a esos dos periodistas, había un dato que, en mi opinión, tiene mucha importancia. Federico se declara agnóstico en cuestión religiosa. César Vidal es cristiano evangélico confeso. Estas circunstancias adornaban, indirectamente, a La Cope con una pátina de tolerancia que muchos valorábamos en verdad. Este dato, dolía mucho a sus adversarios políticos, pues, su deseo de presentar a la Iglesia como dogmatista, intolerante, sin respetar el pluralismo hoy vigente no podía cumplirse. La Iglesia tenía en su brazo mediático, nada menos que a un agnóstico y a un protestante. ¿Dónde estaba la Iglesia "negra" y oscurantista?

Además de la inteligencia y coherencia de Jiménez Losantos y de Vidal, ambos hacían gala diariamente en la cadena episcopal de una valentía extraordinaria, fuera de lo común. Desde sus micrófonos decían lo que veían, criticaban lo que creían oportuno y no miraban al apellido, ni a las siglas del partido o del grupo socioeconómico al que pertenecía la persona o personas de cuyas actuaciones opinaban. Del Rey al último ciudadano, a todos medían con el mismo rasero. Esta independencia de juicio, atrajo a la cadena de los obispos a muchos oyentes que no eran precisamente católicos; simplemente querían oir la verdad.


Se podrá decir de ellos, sobre todo de Jiménez Losantos, que empleaban un lenguaje insultante. Relativo. Decir la verdad, en toda su crudeza, suele ser insultante. Sobre todo para el mentiroso,cuando se descubre su mentira. Lo cierto es que apoyaron un periodismo, entre otros aspectos, de investigación, que ha dado muchos y muy buenos frutos para la sociedad española.


Ante la publicación del dato de la pérdida de oyentes, ¿cómo ha reaccionado La Cope? Con una media verdad: es decir, con una mentira. Para adornar la cifra de pérdidas ha proclamado que la pérdida ha sido insignificante, pues, ha hallado una media de tomas de audiencia, sin importarle que entre dichas tomas había varias que pertenecían a la época en que los dos periodistas estaban con ellos. Una mentira. Pues, bien, datos de este calibre no se escuchaban en tiempos de los periodistas defenestrados.

Hoy en día, Federico Jimenez Losantos, César Vidal y Luis Herrero Tejedor han emprendido, al salir de La Cope, una empresa titánica: abrir una nueva emisora. Empezando desde cero, han puesto en marcha EsRadio, que se escucha en el 99.1 de la FM, y resulta que en ese último resultado de audiencias, que decíamos al principio, EsRadio adelanta a La Cope en la audiencia de la Comunidad Autónoma de Madrid. ¡Impresionante!

Aludía antes a las grandes presiones que, es de suponer, debe haber sufrido los obispos españoles. Este es un punto muy interesante, que no dudo algún día se descifrará y sabremos la verdad. Hay quienes hablan de presiones por parte del PSOE, partido en el Gobierno. Otros se inclinan por presiones de Rajoy y su PP. No se sabe aún. Lo cierto es que el PSOE, sin los periodistas molestos en La Cope, no ha demostrado ningún gesto amistoso hacia la Iglesia. Ahí siguen, vigentes, sus legislaciones sobre los matrimonios homosexuales y sobre la educación para la ciudadanía; tramitándose está, sin variar un ápice su "acritú", la tramitación de los proyectos de ley sobre el aborto y la intención de eliminar de los colegios los crucifijos. En cuanto al PP, resulta difícil que Mariano Rajoy haya podido prometer a la Iglesia algo tan sustancioso, si llegaba al poder, como para que ésta se privase de tan grandes profesionales de la radio. En la Iglesia, además, son muchos los que dudan de que el PP, con sus actuales dirigentes, sean alternativa real al cambio. Está, por otra parte, el antecedente de la Ley del Divorcio: promulgada por el PSOE, el PP no cambió ni un ápice cuando tomó el relevo en el poder. Lo cierto es que -por emplear una terminológica tomista, tan cara a los eclesiásticos- "nihil est sine ratione suficiente". Por algo será, nos dice este principio de causalidad. Hoy lo sabremos, pero, sin duda, algún periodista valiente de algún medio de comunicación independiente ya nos lo contará a su tiempo. Entre tanto La Cope a sufrir su propio descalabro, a digerir este gran fracaso que supuso prescindir de esos grandísimos profesionales que habían subido a La Cope a un techo en el que nunca se había visto.

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