miércoles, 2 de febrero de 2011

SAN BLAS EL DEL VERANO Y SAN BLAS EL DEL INVIERNO







Hoy, día 3 de febrero, celebramos la popular fiesta de San Blas. El popular dicho que nos recuerda Bonifacio Blázquez líneas abajo, ha hecho que el día de la fiesta de este santo, aunque bastante desconocido, sea, sin embargo, conocida por todos: el 3 de febrero.

Bonifacio Blázquez fue un sacerdote de Avila, natural de Serranillos. Junto a su bonhomía y santidad dejó siempre muestras de lo que era: un paradigma del típico hombre de Serranillos, con los rasgos característicos de la gente de su pueblo, que más abajo describirá magistralmente. Transcribo aquí parte de un breve estudio de Bonifacio Blázquez -Boni, para los amigos- sobre los orígenes de la fiesta de San Blas que, como en otros pueblos de la zona sur de Gredos, se celebra no hoy, sino el día 1 de septiembre. De este estudio he entresacado algunos datos referentes al pueblo, Serranillos, que en otro momento colgaré aquí. Ahora he extractado lo referente a San Blas y lo hago como homenaje y en memoria de este gran sacerdote abulense, amante de su pueblo y de sus gentes y cuyos restos mortales descansan en el cementerio de su pueblo natal.
Román Encabo




SAN BLAS,
EL DÍA 1 DE SEPTIEMBRE






Posiblemente no hay nadie en nuestra cultura occidental que no haya oído alguna vez el dicho, refrán o frase de que “para S. Blas, la cigüeña verás”. Por esto, en todos los pueblos se sabe que este santo tiene su fiesta el día 3 de febrero.

Todos nos hemos preguntado muchas veces por qué en nuestro pueblo, Serranillos, se celebra el día 1 de septiembre. Para saberlo y comprenderlo nos tenemos que remontar a los orígenes del pueblo. No se si lo conseguiré, pero voy a intentarlo.

Una de las fuentes más fiables sobre los orígenes de Serranillos está reflejada en el libro de Angel Barrios “Estructuras agrarias y poder en Castilla, (Ejemplo de Ávila 1.085 – 1.320)”. Al hablar en el tomo II del incremento demográfico y de las nuevas poblaciones en la provincia de Avila escribe: “en el Valle del Alberche y en la tierra de Pinares se crearán 27 aldeas.

Serranillos, (año 1.265). Navalosa, (año 1.329). Navarrevista, (1.340)”,
etc, etc.

Según estos datos, Serranillos es la población más antigua dentro del valle del Alberche, después de Burgohondo, donde ya existía la célebre Abadía desde el siglo XI. De esta Abadía dependerán todos los pueblos del valle a excepción de Serranillos que, incluso hasta finales del siglo XIX -importante para el tema que tratamos-, sigue perteneciendo al Arciprestazo de Mombeltrán. Y aún hoy día, al Partido Judicial de Arenas de S. Pedro.

El origen o fundadores de este pueblo, según tradición oral común que todos conocemos, es la de unos pastores del Valle del Tietar y del Barranco de la Villa, que tratando de evitar el sufrimiento del sol estival decidieron subir, sierra adentro, hasta las cumbres medianeras de Gredos oriental donde encontraron pastos abundantes para los rebaños y frescos aires y aguas para ellos. Poco a poco fueron prolongando sus estancias hasta que algunos se quedaron definitivamente. Tomaron posesión y nadie les molestó por “apropiarse” de aquellas inhóspitas tierras.

Quedó este pueblo o aldea, en aquellos tiempos, como línea divisoria entre dos grandes poderes, uno eclesiástico y otro civil. Entre el poder de los Frailes de la Abadía de Burgohondo y los territorios que años después pertenecerán al ducado de Alburquerque y el primero de sus duques lo llamará Mombeltrán. Al quedar Serranillos en medio de ambos “poderes”, tanto unos como otros aspiraron siempre a ampliar sus dominios y territorios. Y ahí quedó Serranillos olvidado de todos, pasota, indiferente y apático, libre como el viento, pero sin término.

Al asentarse definitivamente aquí, trajeron consigo sus costumbres, folklore y devociones. No hicieron otra cosa que imitar a todos los pueblos que a lo largo de la historia han emigrado. Si los primeros pobladores vinieron del Valle del Tietar y del Barranco de la Villa, he comprobado que en el pueblo de La Adrada celebra solemnemente y tiene por patrón a S. Blas. En la Villa de Mombeltrán en el altar primero de la nave izquierda hay una estatua muy buena de S. Blas. No es extraño, por tanto, que los primeros habitantes quisieran venerar, al construir su Iglesia, al que habían tenido siempre por patrón y guía, a S. Blas.

¿Por qué se cambio la fecha de febrero a septiembre? Posiblemente, son conjeturas, algunos de los primeros habitantes irían todos los años a la fiesta de sus respectivos pueblos anteriores. Otros se quedarían celebrándola en su nueva residencia. Hubo, por tanto, un intercambio en la celebración: Unos años se haría en este pueblo y otros preferirían celebrarlo en sus anteriores lugares.

El clima duro y frío que suele hacer en febrero por estos pagos, se encargó de hacer la separación definitiva. El pueblo soberano decidió trasladar su fiesta al verano. La fecha la eligieron por razones prácticas. Los que somos de este pueblo, y ya de cierta edad, recordamos que para el uno de septiembre ya se habían realizado las tareas de la recolección de la hierba y el centeno y no habían comenzado aún la de las judías y patatas. Entre los familiares y parientes de los nuevos habitantes, el clima y “su antigua fiesta” no eran ya óbice para el encuentro amistoso y familiar. Y así quedó definitivamente la fiesta: S. Blas el del verano y S. Blas el del invierno. Nadie puede negar que los habitantes de Serranillos en esto de trasladar la fecha de la fiesta al verano, como en otras cosas que no viene al caso enumerar, fuimos los pioneros. Pues, nos adelantamos a los demás pueblos, en varios siglos.

¿En qué fecha se hizo el cambio? No es fácil averiguarlo. Hace dos meses vi y manejé el archivo parroquial de este pueblo, que se encuentra en un estado desastroso. Debido a las goteras, dejadez e incuria no se puede manejar. Gracias a Dios hoy se encuentra en Avila, al cuidado de las santas y expertas manos de D. Bernardino Jiménez, esperando que algún día con medios modernos sus libros y legajos se puedan abrir, leer y hojear sin romperse.

La primera partida legible del libro primero de bautismos data del año 1.626. Como algunas páginas no se encuentran en el libro, la fecha es un poco anterior. Teniendo en cuenta que hasta el final del Concilio de Trento, año 1.547, no se obligó a las parroquias a inscribir en libros los bautizos, matrimonios y defunciones, podemos deducir que al menos dos siglos antes ya existía funcionando la iglesia de este pueblo como tal. Esa puede ser la fecha en que se realizó el cambio y ya se celebraría, algunos años antes, la fiesta de S. Blas. Entre los siglos XIV y XV ya habría Capilla y culto religioso en este pueblo.

En agosto de 1.936 quedaron destrozadas prácticamente todas las imágenes excepto S. Bartolomé por tener el puño cerrado al extraviarse la palma del martirio. También quedó deteriorada la escultura original de S. Blas, que fue reemplazada a principios de los años 40 por la actual, cuyo escultor era de Villarejo del Valle y se llamaba Enrique Hernández Bustillo.

...... La escultura primitiva, más pequeña pero menos artística, cuya tasación en 1.923 era de 700 pts, pasó de unas manos a otras hasta que, como José en Egipto, fue vendida en Talavera. Después de todo tuvo suerte. Hoy estará expuesto en algún Hotel o Parador de turismo y no como S. Bartolo, el torso del Stmo. Cristo y otras más que terminaron sus días en la estufa del salón parroquial en la década de los 60. ¡Debió hacer mucho frío aquel invierno!

No se si os he aclarado algo. Mi intención ha sido esa. Un saludo

B. Blázquez

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