jueves, 4 de junio de 2009

OBRAS SON AMORES: INGRESOS DE LA IGLESIA



Un buen amigo me comentaba el otro día, con tan buena voluntad como desacierto, el carácter de institución subvencionada que tiene la Iglesia Católica. Seguimos conversando de este tema y el color de su cara iba cambiando a medida que le iba ofreciendo datos que él desconocía. Al final de la conversación me dijo: Me fío de ti y creo que esos datos que me has dado son ciertos; de ahora en adelante leeré las noticias de/contra la Iglesia, que aparecen en los medios, con una mirada más crítica.

Un primer dato que desconocía mi amigo era el montante de ingresos, como tales, que recibe la Iglesia a través de la X que los españoles ponemos en nuestra declaración de la Renta. Se quedó de una pieza cuando le dije que por ese capítulo –la X del IRPF- llegaban a la Iglesia solamente entre el 25% y el 30%. Mi amigo pensaba que el IRPF era la base fundamental de los ingresos de la Iglesias, gracias a los cuales se sostenía ésta. Alucinaba al decirle que la mitad de los ingresos de la Iglesia provenían de las aportaciones directas de sus propios fieles; del resto, el 5% venía de los rendimientos del patrimonio; y el 20% restante de otras fuentes de financiación. Mi amigo reconoció que desconocía totalmente esos datos y que él pensaba que el 90 por ciento de los ingresos provendrían del IRPF.


Aunque no ahondamos mucho más en la conversación –entre otras cosas, por falta de tiempo-, sin embargo el conocimiento de los datos anteriores al confrontarlos con el papel de la Iglesia en la sociedad actual le dejó pensativo y un tanto dolido con la actitud de ciertos medios con la Iglesia. Él conoce, por ejemplo, el dato de los nacimientos que el mismo INE nos da: En España, durante el año pasado, hubo 518.967 nacimientos. Pues, bien, a él no se le escapa que de ese número 315.000 niños recibieron el bautismo; tampoco desconoce que más de 120.000 parejas se casaron por la Iglesia en el año 2008; ni que 10 millones de católicos asistimos a Misa cada domingo. Esto en cuanto a servicios religiosos que presta la Iglesia y recibimos los españoles católicos. Pero desde el punto de vista asistencial, hospitalario o simplemente social los datos son abrumadores. La Iglesia católica –son datos que extraigo del semanario Alfa y Omega- en España trabaja a diario en:
. Más de 200 centros hospitalarios, ambulatorios y dispensarios.
. 876 casas para ancianos, enfermos crónicos, inválidos y minusválidos.
. Cerca de 900 orfanatos y centros para la tutela de la infancia.
. Más de 300 guarderías.
. Más de 365 centros especiales de educación o reeducación social.
. 144 centros de caridad y sociales y 300 consultorios y centros para la defensa de la vida y de al familia.
147 países donde están cerca de 18.000 sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares en misiones.

Además la Iglesia atiende a casi 1.400.000 niños en sus centros educativos; a más de 200.000 inmigrantes en distintos servicios y centros; a los presos en 77 cárceles españolas; más de 50.000 niños y jóvenes en educación especial; más de 25.000 huérfanos y más de 57.000 ancianos.

¿Qué otra institución no estatal hace tanto en España? Nadie. ¿Qué haría el Estado español si la Iglesia –imaginémonos, por un momento, la hipótesis- cerrase todos estos centros y dejase de dar toda esta ayuda? El colapso social. Pues, bien: El 50% de los fondos con que se hace frente a tan ingente labor proviene, como dije antes, de las aportaciones directas de los fieles. Todo se explica cuando vemos que muchos de estos centros y de estas actividades están regidos por monjas, religiosos o sacerdotes que tienen los sueldos que tienen. Todo se aclara cuando ponemos encima de la mesa el sueldo de un Obispo y el de un Eurodiputado. Un Obispo cobra 1.000 euros mensuales; un Eurodiputado puede llegar a sobrepasar, mensualmente, los 13.000 euros, pues, con la unificación de criterios pasarán a cobrar un sueldo fijo de unos 7.550 euros brutos, a los que se deben añadir dietas, viajes y el pago de otros conceptos. Pero lo que más clama al cielo es la noticia de que este sueldo supone, justo en plena crisis económica –con casi 5 millones de parados-, 4.500 euros mensuales más que el año pasado. ¡Qué vergüenza!

Así se explica cómo el año pasado aumentó el número de católicos y no católicos que pusimos la X en la casilla del IRPF a favor de la Iglesia: fuimos ocho millones y medio de contribuyentes. Y es que los españoles tenemos claro que “obras son amores y no buenas razones”. La Iglesia tiene y mantiene infinidad de obras sociales, educativas y sanitarias gracias al desprendimiento los hijos e hijas que en ellos trabajan prácticamente de un modo desinteresado, por amor a Dios y a los propios hermanos.



Durante el año pasado hubo en España 518.967 nacimientosHasta ahora, los políticos con un sillón en el Parlamento europeo cobraban lo mismo que los parlamentarios del país del que procedían (unos 3.100 euros mensuales brutos en el caso de los españoles). Con la unificación de criterios, todos pasarán a cobrar un sueldo fijo de unos 7.550 euros brutos, a los que se deben añadir dietas, viajes y el pago de otros conceptos, que llevarán a los políticos a sobrepasar los 13.000 euros.

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