domingo, 2 de octubre de 2011

DOMINGO VIGÉSIMO SÉPTIMO: LECTURA 1ª











Isaías 5: 1 - 7
1
Voy a cantar a mi amigo la canción de su amor por su viña. Una viña tenía mi amigo en un fértil otero.
2
La cavó y despedregó, y la plantó de cepa exquisita. Edificó una torre en medio de ella, y además excavó en ella un lagar. Y esperó que diese uvas, pero dio agraces.
3
Ahora, pues, habitantes de Jerusalén y hombres de Judá, venid a juzgar entre mi viña y yo:
4
¿Qué más se puede hacer ya a mi viña, que no se lo haya hecho yo? Yo esperaba que diese uvas. ¿Por qué ha dado agraces?
5
Ahora, pues, voy a haceros saber, lo que hago yo a mi viña: quitar su seto, y será quemada; desportillar su cerca, y será pisoteada.
6
Haré de ella un erial que ni se pode ni se escarde. crecerá la zarza y el espino, y a las nubes prohibiré llover sobre ella.
7
Pues bien, viña de Yahveh Sebaot es la Casa de Israel, y los hombres de Judá son su plantío exquisito. Esperaba de ellos justicia, y hay iniquidad; honradez, y hay alaridos.

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