miércoles, 5 de octubre de 2011












Tengo un poco abandonado este Blog y voy a corregir, en la medida de lo posible, este entuerto. La verdad es que en verano -me refiero a Agosto- he estado disfrutando con mi mujer de esas playas maravillosas de Calpe y gozando con la compañía de los buenos amigos Calpinos, entre los que quiero destacar a Jesús y Fina y sus tres hijos.



Hemos pasado allí unos días deliciosos, descansando -que lo necesitábamos, sobre todo mi morañega- y saboreando los paisajes, las comidas y el trato amable de la gente levantina y de los paisanos de la U. E. que residen en Calpe. En este sentido, es curioso que los extranjeros residentes fijos en Calpe casi superan a los españoles. Es un ambiente muy agradable donde convivimos todos, gozosamente, independientemente de nuestra nacionalidad de origen.



Igual situación se da entre los españoles, pues, Calpe es un mosaico plural que ejemplifica y simboliza a esta España nuestra, formada por variadas y diversas regiones -CC.AA.- y cada uno de nosotros con nuestra propia idiosincrasia. En Calpe nadie nos sentimos forastero aunque seamos Castellanos, Vascos, Catalanes o Manchegos de nacimiento. Ciertamente, la convivencia a la sombra del Peñón de Ifach es sumamente agradable, dada la tolerancia y respeto entre todos los que disfrutamos de su acogida.






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