miércoles, 31 de octubre de 2012

DÍA 1 DE NOVIEMBRE. SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS



Mañana, día 1 de noviembre, celebramos los católicos la solemnidad de Todos los Santos. Los orígenes de esta fiesta los encontramos en la Iglesia Oriental y fue hacia el año 609-610 cuando Bonifacio IV la impuso en Roma. El motivo fue el cambio del Panteón Romano, monumento pagano en homenaje a todos los dioses del Imperio, a templo dedicado a la Virgen y a todos los mártires.



El 13 de mayo, fecha de la consagración de la nueva Iglesia, fue la fecha elegida para, desde entonces, celebrar la memoria del triunfo de los santos, llegando a ser fiesta fija anual.
Un teólogo celta de la corte carolinga, Alcuino de York (735-804), fue, quizá, el gran promotor de la difusión de la solemnidad de Todos los Santos en la diócesis de Roma. Y al ser de origen celta, posiblemente fuera él quien influyera en su cambio al 1 de noviembre, ya que -como es sabido- los celtas celebraban el primero de noviembre la llegada del invierno, antecedente del actual Hallowen.
Sería el papa Gregorio IV, quien, en el año 835, pasó definitivamente la solemnidad de Todos los Santos al uno de noviembre, extendiendo su culto a todo el imperio.
EVANGELIO DE LA SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS:



Mt 5,1-12a: Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.


En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sen­tó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
-«Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra.

Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados.

Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados.

Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.

Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.

Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.


martes, 30 de octubre de 2012

EL QUE SIEMBRA VIENTOS, RECOGE TEMPESTADES

Cristiano viene siendo injuriado, vejado e insultado, cada vez, en los campos que sita el Real Madrid. Pero esa bazofia que insulta a Cristiano en los campos visitantes no está sino animada y atizada por ciertos periodistas que, así lo parece, no tienen otro entretenimiento para llenar páginas u horas de micrófono que meterse con Ronaldo. Me parece indignante.


Viene muy bien a colación el aviso de Juan Manuel Rodríguez, en su blog de hoy "El penúltimo raulista", pues, la situación descrita puede llevar a una deriva intolerable de radicalismo, donde, en un momento dado, tenga lugar -Dios no lo quira- algún atentado o desgracia personal del jugador. Parece alarmismo, pero, pensar y analizar la situación y deducir las consecuencias no es ningún ejercicio banal, al contrario, puede ser previsor de desgracias que la gente sensata no debemos nunca desear. "El que siembra vientos recoge tempestades".

En este punto tiene toda la razón Mou: Ante los insultos que sufre Cristiano, se podrá discutir si es conveniente o no contestar, pero, si el portugués lo hace, lo hace siempre sin salirse de las normas de la educación, indicando que no se les oye, que continúen o ademanes similares. No son, en absoluto, gestos ineducados o insultantes. Lo único que van a ganar con ésto los aficionados al futbol de fuera de Madrid es que cuando el éste  sea visitante, el de Madeira se apresure a meter un par de golitos y Mou lo cambie por Callejón o similar. ¡Estupendo para los amantes del futbol!

La Liga debe tomar cartas en este asunto y defender el futbol, ut talis, y a sus ejecutores los futbolistas. A todos. Y el no hacerlo es una negligencia que, en un momento dado y dado que desde varias instancias se les está pidiendo, podría acarrear, por culpa in vigilando, la petición judicial de resarcimientos e indemnizaciones. No estoy diciendo ninguna boutade, sino un pensamiento que, según creo, tiene pleno apoyo jurídico en nuestro ordenamiento.

Cierta prensa anti-Cristiano Ronaldo, ¿no podría plantearse serios problemas futbolísticos técnicos, tácticos e institucionales? A saber:
1. Gradas cada vez más vacías en los estadios.
2. Liga reducida -ahora- a dos o tres equipos. El resto "japoneses" (Di Stefano, dixit tiempo ha).
3. Horarios desafortunados de partidos, con sus consecuencias negativas para los aficionados y para los clubes. Para la mayoría, claro.
4. Criterios arbitrales uniformes.
5.Fuga de jugadores españoles a ligas extranjeras.
6. Pléyade de entrenadores españoles por esos mundos de Dios, entrenando a un sín fín de equipos extranjeros.
7. Etc.
No. Es más cómodo achinchetar a Cristiano, cual vudú futbolístico, sin entrar a valorar y ponderar la contribución que con su juego está haciendo -de un modo muy positivo- al futbol español.

PROGRAMA ELECTORAL DE CiU: ¡QUÉ FALTA DE RESPETO!

HIPOTÉTICA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA.


La representante de la Unión Europea, Viviane Reding, remitió el pasado 4 de octubre una carta –a la que al parecer ha tenido acceso El País- expresando y matizando lo dicho por ella anteriormente. Dice ahora que se habían interpretado mal sus palabras acerca de la opinión de la institución europea sobre la hipotética independencia de Cataluña.

En dicho documento, la comisaria se adhiere a las tesis de Mariano Rajoy y “coincide plenamente” " con el análisis del secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Íñigo Méndez de Vigo, que manifestó que : "El artículo 4.2 del Tratado de la Unión Europea es terminante cuando señala que la Unión deberá respetar las estructuras fundamentales constitucionales y políticas y la integridad territorial de los Estados miembros, cuya determinación es competencia exclusiva de éstos. En consecuencia, la UE no puede reconocer una declaración unilateral de independencia de una parte de un Estado miembro".

Por tanto, Vivane Reding afirma –en su contestación al Secretario de Estado de AA.EE., Íñigo Méndez de Vigo, cuyos planteamientos asume- que Cataluña no puede independizarse de forma unilateral y, además, seguir dentro de la Unión Europea.
Corolario: La interpretación sesgada que habían hecho desde el Govern de CiU, de las palabras de la comisaria europea, al pozo.

PROGRAMA DE CiU.

"Catalunya és una nació. Per la seva història, per la seva identitat, per la seva personalitat política, però
fonamentalment perquè se’n sent i ho vol ser...".

"Una nació que no ha renunciat mai als seus drets inherents com a poble, ni tampoc al dret a l’autodeterminació, i que sempre ha anhelat les màximes cotes d’autogovern...".

El programa habla de nación y de estado, pero, no menciona la palabra “independencia”. Al decir nación y estado está presuponiendo un territorio independiente, pero, no han tenido el arrojo de ponerlo por escrito, para no amargar el cava y demás productos catalanes en las ventas de estas Navidades.

En el punto dedicado a la salud, el programa de CiU deviene patético y, al pensar que los ciudadanos a los que va destinado son tontos, se define a sí misma la mencionada coalición. Resulta que, votando a CiU, los catalanes verán cumplida la promesa de aumentar un 5% sus esperanza de vida –y con buena salud-, pues, incrementarán, asimismo, en 5 puntos la tasa de supervivencia del cáncer y doblarán el porcentaje de personas con discapacidad integradas. Bochornoso. ¿Cómo se compaginan esas palabras hueras con la cruda realidad: cierre de quirófanos y de especialidades médico-sanitarias que está llevando a cabo el gobierno de Artur Mas? Por lo dicho, puede colegirse que la opinión de CiU sobre sus posibles votantes es susceptiblemente mejorable.

En cuanto a la seguridad se refiere y para rematar el programa Cataluña 2020, CiU se compromete a reducir el número de muertos y de heridos muy graves en las carreteras, en los próximos 10 años, en un 50 por ciento, por lo que, en consecuencia, la percepción de seguridad aumentará un 10 por ciento.

Lo dicho: Si ese programa me lo dirigiesen como posible votante, me sentiría injuriado y minusvalorado en mi inteligencia. ¡Qué falta de respeto!



viernes, 26 de octubre de 2012

EVANGELIO DEL DOMINGO XXX TIEMPO ORDINARIO

El texto evangélico de Jesús y el ciego Bartimeo es una de las páginas más conmovedoras del evangelio. Bartimeo, prisionero -como todos- de muchas necesidades, unas fundadas y otras pseudofabricadas por nosotros mismos, pide a Jesús lo más esencial para un ser humano: ver. La luz es el bien más grande que tenemos los hombres, pues, a veces estamos sumidos en situaciones oscuras, propiciadas por nuestra propia ceguera. "No hay más ciego que el que no quiere ver", decimos a menudo. Cuando alejamos a Dios de nuestro lado, estamos renunciando a la Luz y nos convertimos en prisioneros de nuestras propias sombras, nuestras dudas, nuestras incertidumbres, nuestros traspiés, nuestros fracasos, nuestros pecados. Jesús aquí, como en todos los milagros, nos quiere descubrir, más allá de la compasión ante el problema del prójimo -que también- el valor "significativo" de su gesto, la visión de los ojos deviene en signo de la Luz -insondable e inagotable- que es Él, "lucero que nace de lo alto", Hijo del Dios Vivo.
Como quiera que no se si el próximo domingo tendré tiempo de colgar el evangelio, lo adelanto hoy -viernes-, pues, el valor significante del mismo lo merece
Román Encabo.


EVANGELIO

Maestro, haz que pueda ver

Lectura del santo evangelio según san Marcos 10,46-52



En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna. Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar:
- «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí.»
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más:
- «Hijo de David, ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo:
- «Llamadlo.»
Llamaron al ciego, diciéndole:
- «Ánimo, levántate, que te llama.»
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo:
- «¿Qué quieres que haga por ti?»
El ciego le contestó:
- «Maestro, que pueda ver.»

Jesús le dijo:

- «Anda, tu fe te ha curado.»

Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
Palabra del Señor.

jueves, 25 de octubre de 2012

Transcribo y cuelgo aquí este artículo, firmado por José Antonio Méndez en el semanario digital Alfa y Omega de este jueves 25 de octubre, por ser muy ilustrativo y esclarecedor de lo que está aconteciendo en torno a la reforma del Ministro Wert y la ola de manifestaciones y huelgas que ha generado en un sector del mundo de la educación.
Román Encabo.


"Justo el mismo día en que el Sindicato de estudiantes y la CEAPA –Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos– iniciaban, la semana pasada, una huelga de tres días en todos los centros educativos de España, la UNESCO publicó su Informe de seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo 2012, que calificaba de inquietante el elevadísimo abandono escolar en España: tres de cada diez estudiantes no terminan la enseñanza obligatoria. En realidad, el documento no aportaba datos nuevos, sino que recordaba lo que otros informes internacionales, como PISA o McKinsey, señalan desde hace años: nuestro país dobla el promedio europeo en fracaso y abandono escolar, sólo superado por Malta, y está a la cola de la OCDE en la calidad de los conocimientos de los alumnos. Eso, a pesar de que, en la última década, nuestro gasto público educativo ha sido un 21% mayor que el promedio de la UE y, en 2010, supuso casi el 5% de los Presupuestos del Estado. Porque invertir mucho en educación no significa invertir bien. A pesar de estas cifras, ni el Sindicato de Estudiantes, ni la CEAPA, ni ninguna de las asociaciones que apoyaban la huelga, se manifestaban contra el modelo pedagógico causante de nuestro desastre educativo (el de la LOGSE proyectada por el PSOE), sino contra la reforma de ese modelo que plantea el Gobierno.

Recortes y reformas

La estrategia es sencilla: el Ejecutivo ha anunciado un recorte de 4.000 millones de euros en educación, que, en efecto, podría mermar la calidad de la enseñanza y, en paralelo, ha presentado una batería de reformas que pretenden acabar con el fracaso y el abandono escolar, desterrar la ideología de la escuela, recuperar la cultura del esfuerzo y, en suma, cambiar nuestro modelo siguiendo la línea de países como Finlandia o Portugal (que ha reducido casi a la mitad su fracaso escolar en sólo dos años). Para ello, se incluirán más exámenes, se trazarán itinerarios hacia la FP o el Bachillerato, y se potenciará la Formación Profesional y el bilingüismo, entre otras medidas. Estos cambios no gustan a los defensores del modelo educativo de la izquierda, que mezclan sus críticas a los recortes con las críticas a las reformas, y presentan el cambio como franquista y capitalista. Para muestra, el manifiesto del Sindicato de Estudiantes que llamaba a la huelga: a la vez que criticaba la subida de las tasas universitarias y de la FP, consideraba «¡un auténtico escándalo!» (sic) el hecho de que, en 6º de Primaria, 4º de la ESO y 2º de Bachiller, se hagan exámenes de reválida, porque supone «nuevas trabas para pasar de curso», y abre la puerta a «la obligación de repetir».

Manipulación al descubierto

Ante estos intentos de manipular las protestas contra los recortes, la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos, CONCAPA, ha recordado que, en 2005, convocó con gran éxito «una manifestación contra la LOE, contra el fracaso escolar y por la libertad de enseñanza», en la que no estuvieron «ni la Ceapa ni el Sindicato de estudiantes, que nunca se han pronunciado contra la legislación socialista que nos ha llevado» a la crisis educativa.

Eso sí, también denuncia que, aunque los recortes –o el aumento de la ratio– «no tienen por qué afectar a la calidad de la enseñanza», algunos recortes «no resultan admisibles, especialmente cuando quedan campos donde pueden realizarse sin sacrificar la educación ». Señalan que «el Ministerio de Educación no está ofreciendo el trato adecuado a los centros concertados, ni a los profesores, ni a las familias». Una reforma que los ignore así, y que «no tenga una dotación económica suficiente está destinada al fracaso». Puntualizaciones más que necesarias, porque no es lo mismo decir No a los recortes que gritar No a las reformas".

José Antonio Méndez





AZNAR ABOGA POR LA UNIDAD CONSTITUCIONAL, REFORMANDO EL MODELO TERRITORIAL


Ayer,  miércoles 24, en el acto de entrega del Premio FAES de la Libertad 2012 a Mario Vargas Llosa, AZNAR pidió ante RAJOY reformar el modelo territorial para frenar la "amenaza" de MAS y de los nacionalistas catalanes y reafirmar la España constitucional.
Como quiera que en este blog ya he expuesto reiteradamente mi opinión sobre la necesidad de una reforma constitucional que conlleve, a su vez, la reforma del Título VIII sobre la organización territorial, y teniendo en cuenta que entre las reformas/recortes/reajustes que debido a la crisis se han tomado -tanto Zapatero como Rajoy- no se encuentra aquella reforma constitucional es por lo que, de alguna manera, me alegra que una voz autorizada como la del expresidente Aznar incida en la necesidad de reformar el modelo territorial.
Hay que reformarlo, en primer lugar, porque es inviable desde un punto de vista económico-financiero. Pero, en segundo lugar -y no por ello menos importante, sino al revés-, porque la Unidad constitucional de la Nación Española sólo se puede seguir manteniendo si reavivamos el acuerdo constitucional, sobre la base de la voluntad, libremente expresada, de los ciudadanos y no de los territorios. Por ello y en palabras de Aznar, "ha llegado el momento de abordar una reforma que nos permita tener un Estado más ordenado, más eficiente, más justo"...."Un Estado que asegure nuestro bienestar, que nos dé mejores servicios y que fortalezca una sociedad de oportunidades para todos los españoles".

A continuación esquematizo los puntos del discurso de Aznar, que pueden verse desarrollado en el siguiente link, donde se puede leer el discurso completo:

http://jmaznar.es/file_upload/discursos/pdfs/20121024202502_16.pdf

Aznar:
.“Hay que reformar para reafirmar los fundamentos de una España fuerte y moderna”

•“Es indispensable reconstruir un proyecto nacional real que nos devuelva al camino del progreso"

•“No hay posibilidad de invocar la democracia si se actúa fuera de las normas del Estado de derecho"

•“Nacionalismo y europeísmo son en realidad conceptos opuestos”

•“El problema del nacionalismo no es solo con España, sino con el Estado de derecho"

•"España no se va a romper: sólo podría si Cataluña sufriera antes su propia ruptura como sociedad”

•“Cataluña no podrá permanecer unida si no permanece española”

•"Lo mínimo que se podía esperar a cambio del pacto histórico era lealtad al consenso"

•“La Constitución y sus efectos nacen de un acuerdo entre ciudadanos españoles, no entre territorios”

•“Cualquier fórmula que requiera la quiebra de la soberanía nacional es inviable”

•"Debemos hacer por España más de lo que nadie pueda llegar a hacer contra ella porque es libertad"

•La libertad se logra “sin aceptar transacciones que la disminuyan. Como las víctimas del terrorismo"

martes, 23 de octubre de 2012

Iker Casillas, en mi opinión -aquí ya expresada anteriormente- es un buen candidato para el Balón de Oro. Si -en calidad de Capitán de la Selección Española de Futbol-  tiene que votar, debe votar primero a Cristiano Ronaldo. Sería un "sinsentido" votar a otro o posponerle; por ejemplo, a Sergio Ramos. Es el capitán del Real Madrid y debe votar institucionalmente o renunciar al brazalete de capitán. Por tanto, 1º Cristiano  Ronaldo; 2º Sergio Ramos; 3º el "quidam" que le apetezca, incluido algún culé. De otra forma, continuaría por la senda del amigo Marcelo, quien, por otra parte, no tenía ninguna obligación institucional de significarse entre Messi y Cristiano -su amigo-, pues, a la pregunta del periodista podía haberle dado una larga cambiada.

Supongo que algo habrá de cierto en que Iker y Ronaldo no son íntimos amigos. Pero, de eso a que no sean -ambos- conscientes de que son dos puntales fundamentales en el actual Real Madrid va un abismo. Creo que entra en su sueldo pensar en clave madridista, sobre todo en estos terrenos que no son sustanciales ni afectan a la nuez esencial de la vida de nadie. No se deja de tener personalidad por votar -reitero, por exigencia del guión institucional- a un compañero, aunque éste le caiga menos simpático que el del equipo de la parte allá del Ebro.

Espero que mi paisano Casillas obre inteligentemente, como casi siempre lo hace, y no genere, con su voto, ningún problema al club de Concha Espina.

P. S.: Por cierto, el pasado fin de semana estuve en Navalacruz en el monumento que le han puesto como homenaje. ¡Cáspita!, ya le podrían haber puesto el pedrusco y el balón con el guante en una esquina de la plaza principal del pueblo y no en ese esconce donde lo han plantado. No creo que los "cuadraos" -escrito está con el mayor de los cariños- de Navalacruz tengan más paisanos que sean campeones de Europa por partida doble y campeones del mundo y que, al verse obligados a poner sus símbolos de homenaje en la plaza, llenaran ésta y se quedaran sin el baile de la Fiesta de Septiembre. ¡Qué paisaje más bonito el de Navalacruz!

lunes, 22 de octubre de 2012


Himno


Hora de la tarde,
fin de las labores.
Amo de las viñas,
paga los trabajos
 de tus viñadores.

Al romper el día,
nos apalabraste.
Cuidamos tu viña
del alba a la tarde.

Ahora que nos pagas,
nos lo das de balde,
que a jornal de gloria
no hay trabajo grande.

Das al vespertino
lo que al mañanero.
Son tuyas las horas
y tuyo el viñedo.

A lo que sembramos
dale crecimiento.
Tú que eres la viña,
cuida los sarmientos.

domingo, 21 de octubre de 2012






Himno

Mis ojos, mis pobres ojos
que acaban de despertar
los hiciste para ver,
no sólo para llorar.

Haz que sepa adivinar
entre las sombras la luz,
que nunca me ciegue el mal
ni olvide que existes tú.

Que, cuando llegue el dolor,
que yo sé que llegará,
no se me enturbie el amor,
ni se me nuble la paz.

Sostén ahora mi fe,
pues, cuando llegue a tu hogar,
con mis ojos te veré
y mi llanto cesará. Amén.



miércoles, 17 de octubre de 2012

SELECCIÓN DE FUTBOL E INTERESES DE LOS CLUBS


En el mundo de futbol hay muchos tópicos que constituyen la urdimbre de este mundillo. Muchos colaboramos, sin darnos cuenta, a ello y sobre todo, la mayoría de lo que se dice y hace alrededor del balón se basa en ellos. Si nos desperazamos un poco y analizamos veremos:

Nueve millones de espectadores vieron el España-Francia1. Decir "Selección Española" no significa decir España. Si equiparamos ambos conceptos, entonces, el 99% de los españoles estamos con la "Selección Española", porque, lógicamente, somos españoles y estamos -doy ese 1% para los seccesionistas- con España. Pero, no. La Selección Española no es más que la Selección que configura un ente o institución que se denomina Real Federación Española de Futubol y que, a su vez, está inserta en la UEFA y en la FIFA. Tiene sus propios intereses, que, en principio, no tienen por qué coincidir con los de España, como Nación, y que, de hecho, no coinciden casi nunca. Ya está bien de tópicos como "La Selección por encima de todos"..., etc. ¿Por qué? ¿Paga la selección la compra y mantenimiento de los futbolistas? No. Luego el que paga debe mandar. Después abundaré en ésto.

2. Ganar no significa siempre tener razón. Del Bosque es un buen entrenador. Bueno, sí, pero no excelente ni el mejor. Mas, desde que ha ganado, consecutivamente, la Eurocopa-Copa del Mundo-Eurocopa me da la impresión que se cree no el primum inter pares, sino el primum inter totum. Y, por ello, quiere pasar a la historia, avalado por aquellos triunfos -nunca obtenidos (ni en sueños) antes-, como el inventor de nuevos esquemas o tácticas de futbol. Calderilla: Jugar sin delantero centro, sin defensa central, poblar medio campo con 8 ó 9 centrocampistas... Como le ha salido bien una vez, cree que le va a seguir saliendo siempre. Pero, le han tomado la matrícula. Su juego es nada original, es made in Barcelona by Guardiola. Y no se da cuenta que a éstos -al Barcelona (¿por qué se ha largado Guardiola?)- ya los habían tomado el número: Aguantarles el primer tiempo y atacarles -ganándolos o empatándolos- en el segundo.
[foto de la noticia]
3. Vale del "buen rollo del vestuario". Tres delanteros centros y dos centrales en el banquillo y otros ocupando sus puestos, sin ser habituales en ello, no puede caer nada bien. Villa, Torres, Soldado y Albiol tuvieron que sufrir ayer al verse relegados por otros compañeros que no tienen su cualidad para delantero centro o defensa. Se callarán, pero, llegará el día en que estallen. No viene a cuento. No es normal. Y, por ello, tiene que saltar por los aires el día menos pensado. Ese día, justamente, en que se deje de ganar partidos o títulos. Más bien esto último.
4. Por lo dicho en el primer punto, la Selección no tiene -objetivamente hablando- por qué estar por encima de los clubs de futbol. Estos pagan las cláusulas, primas y sueldos de los jugadores y el importe de todo ello es altísimo. Si los clubs que ceden jugadores a la Selección tuvieran una participación en los beneficios de ésta o hubiera un seguro que garantizara una participación de estos beneficios o -sobre todo- que indemnizara en caso de lesiones, entonces, sí; entonces se podría llegar a un acuerdo y que la Selección primase. En caso contrario, me parece un topicazo preñado de nacionalismo barato, que no se compagina, en absoluto, con la ley del mercado al que están sujetos los clubs de futbol. El Real Madrid recibe hoy a 7 u 8 jugadores internacionales lesionados.  Unos, se han lesionado con la española y, otros, con las de sus respectivos paises. Es lo mismo. Quien paga el pato es el club. Y ésto no es justo. Para mí.

lunes, 15 de octubre de 2012

EL BIEN COMÚN, LOS OBISPOS CATALANES Y MONS. CAÑIZARES


El bien común. Este añejo concepto, que parece englobar todo y que no dice nada específico, es el argumento intelectual que ahora toman los obispos catalanes para expresar su pensamiento acerca de la situación en Cataluña.

El Príncipe de España acaba de decir que “Cataluña no es el problema”. Los obispos catalanes han manifestado que cualquier opción política es aceptable si plantea como objetivo el bien común. Monseñor Cañizares aplaude esta postura de los ordinarios de la provincia eclesiástica tarraconense (y la quiere hacer coincidir –forzando la argumentación- con la opinión vertida al efecto por la Conferencia Episcopal Española). Pues, de ambas posturas –la del Príncipe y la de los obispos mencionados (no, por supuesto la de la CEE)- yo diría que sus palabras son una tautología, empleado este término en la segunda acepción en que lo hace –despectivamente- la RAE: “Repetición inútil y viciosa”.

Cataluña, como territorio, no es obviamente ningún problema. Que yo sepa ni Cataluña ni ningún territorio tienen entidad para expresar ningún pensamiento o acto volitivo. Los habitantes o ciudadanos de Cataluña o de cualquier otro territorio sí tienen entidad subjetiva suficiente para expresar ambas actitudes. Decir, pues, “Cataluña no es problema”, es una “repetición inútil”. El problema –deben entender el Príncipe de España y los obispos tarraconenses, incluido Mons. Cañizares- es cuando un grupo de ciudadanos no mayoritario –sería lo mismo si lo fuere- de Cataluña se arrogan el derecho de personificar su opinión y engrandecerla poniéndola como proferida por Cataluña. Es algo inútil, pues, los territorios no piensan, ni expresan con palabras sus pensamientos. Los ciudadanos de esos territorios, reitero, sí lo hacen. Y aquí -no en Cataluña- sí hay, aquí sí tenemos un problema. Real.

Es, también, una “repetición …viciosa”. Pues, no solamente no hablado Cataluña, como tal, sino que tampoco lo han hecho ni lo hacen todos los que conforman la ciudadanía catalana. El antecedente es muy cercano. La petición secesionista de Mas & cía se basa en el Estatuto promulgado. No fue votado favorablemente por la mayoría de los ciudadanos catalanes. Ha sido rechazado, en puntos esenciales y repetidamente, por el Tribunal Supremo y, sin embargo, es el punto de apoyo para la erección de una nueva “Nación”.

El punto de partida de la petición de independentismo es, pues, jurídicamente insuficiente, pues, a mayor abundamiento, hay que decir que todos los españoles nos hemos dotado –aquí sí, con un voto mayoritario de catalanes- de una Norma Suprema que es la vigente Constitución Española de 1978. En esta norma fundamental se proclaman dos pilares esenciales, en los que se asienta el mismo texto jurídico, que son la Unidad de España y la Soberanía Nacional, que reside en el pueblo español. En todo el pueblo español. El “bien común” –que dicen los obispos catalanes- será, en nuestro caso, el que defienda estos dos pilares básicos, fundantes y fundamentales de la convivencia nacional.


Cierto que hay y puede haber ciudadanos españoles de Cataluña que no estén de acuerdo con esto y luchen por cambiar los pilares constitucionales. Pero, ello sólo es factible reformando la propia Constitución, para lo cual hay que someterse a los cauces y mecanismos que ella misma ofrece. Y eso sólo puede hacerlo el pueblo todo español, sujeto de la soberanía nacional. Hacerlo de otro modo es una ilegalidad, es una insumisión, es un secesionismo partidario, que convierte a sus seguidores no en ciudadanos libres que expresan su voluntad, sino en sectarios que quieren imponer a la generalidad, a la mayoría, su propia y particular opinión.

Como corolario, afirmar que los obispos catalanes deben ponerse al habla con muchos grandes empresarios de Cataluña que han sufrido en sus propias carnes –en los propios bolsillos del beneficio (guerra del Cava y demás productos catalanes, del reciente pasado)- el boicot del resto de los españoles ante sus bravatas separatistas. Sería una pena que la Iglesia de España, que tan generosamente se está portando –a través de Cáritas, de sus parroquias y del resto de centros sociales- en esta crisis, viera descender el número de contribuyentes que en la próxima declaración de la renta ponen la crucecita, la “X”, en la casilla destinada a ella. ¡Por favor, Mons. Cañizares: Deje de hurgar en los hilos de la política española, sobre todo ahora, que ya empezábamos a olvidarnos de lo que pasó con la COPE no hace tanto tiempo y en la que tan nefasta intervención tuvo Monseñor!. Sobre el tema de la Unidad de España y las relaciones entre las diferentes comunidades que configuran España, la Iglesia española habló en 2006, lo ha hecho ahora y cuando tenga que volver a hacerlo lo hará por medio de sus documentos y a través de su portavoz, no necesita que hermeneutas ni exégetas del Transtevere vengan a interpretarles.

Enrique López escribe en La Razón digital de hoy, en relación a "los ensoñadores nacionalistas", que "Con sus egoísmos políticos están arrastrando a una sociedad a algo que si realmente pudieran analizar lo rechazarían. El populismo es fácil y ramplón, pero la frivolidad más. Los cambios de fronteras en Europa siempre han costado muchas vidas; qué mal se concilia el localismo con la universalidad". Pues, bien, añado yo: La Iglesia es católica, es decir, universal. ¡Cuidado con los provincialismos y nacionalismos separatistas! Pueden incurrir en lo que el antiguo Código Canónico denominaba "estrechez de lugar" y aquí podríamos traducir como "estrechez de parietales".



OFERTA EMPLEO PÚBLICO: CUERPOS DE LA POLICÍA NACONAL Y GUARDIA CIVIL





Boletín Oficial del Estado: viernes 12 de octubre de 2012, Núm. 246




MINISTERIO DE HACIENDA Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS


Cuerpo Nacional de Policía. Oferta de empleo

Real Decreto 1425/2012, de 11 de octubre, por el que se aprueba la oferta de empleo público del Cuerpo Nacional de Policía para el año 2012.  (BOE-A-2012-12759 - 2 págs.)
Cuerpo de la Guardia Civil. Oferta de empleo

Real Decreto 1426/2012, de 11 de octubre, por el que se aprueba la oferta de empleo público del Cuerpo de la Guardia Civil para el año 2012.  (BOE-A-2012-12760 - 2 págs.)

domingo, 14 de octubre de 2012

15 OCTUBRE: SANTA TERESA DE JESÚS (III)


Voy a transcribir aquí, en tres entregas, la biografía de Santa Teresa colgada en la página web "el testigo fiel.org", cuyo link es éste: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?ids=3763
Román Encabo.

La santa había encontrado en Medina del Campo a dos frailes carmelitas que estaban dispuestos a abrazar la reforma: uno era Antonio de Jesús de Heredia, superior del convento de dicha ciudad y el otro, Juan de Yepes, más conocido con el nombre de san Juan de la Cruz. Aprovechando la primera oportunidad que se le ofreció, santa Teresa fundó un convento de frailes en el pueblecito de Duruelo en 1568; a éste siguió, en 1569, el convento de Pastrana. En ambos reinaba la mayor pobreza y austeridad. Santa Teresa dejó el resto de las fundaciones de conventos de frailes a cargo de san Juan de la Cruz. La santa fundó también en Pastrana un convento de carmelitas descalzas. Cuando murió Don Ruy Gómez de Silva, quien había ayudado a Teresa en la fundación de los conventos de Pastrana, su mujer quiso hacerse carmelita, pero exigiendo numerosas dispensas de la regla y conservando el tren de vida de una princesa. Teresa, viendo que era imposible reducirla a la humildad propia de su profesión, ordenó a sus religiosas que se trasladasen a Segovia y dejasen a la princesa su casa de Pastrana. En 1570 la santa, con otra religiosa, tomó posesión en Salamanca de una casa que hasta entonces había estado ocupada por ciertos estudiantes «que se preocupaban muy poco de la limpieza». Era un edificio grande, complicado y ruinoso, de suerte que al caer la noche la compañera de la santa empezó a ponerse muy nerviosa. Cuando se hallaban ya acostadas en sendos montones de paja («lo primero que llevaba yo a un nuevo monasterio era un poco de paja para que nos sirviese de lecho»), Teresa preguntó a su compañera en qué pensaba. La religiosa respondió: «Estaba yo pensando qué haría su reverencia si muriese yo en este momento y su reverencia quedase sola con un cadáver». La santa confiesa que la idea la sobresaltó, porque, aunque no tenía miedo de los cadáveres, la vista de ellos le producía siempre «un dolor en el corazón». Sin embargo, respondió simplemente: «Cuando eso suceda, ya tendré tiempo de pensar lo que haré, por eI momento lo mejor es dormir». En julio de ese año, mientras se hallaba haciendo oración, tuvo una visión del martirio de los beatos jesuitas Juan Acevedo y sus compañeros, entre los que se contaba su pariente Francisco Pérez Godoy. La visión fue tan clara, que Teresa tenía la impresión de haber presenciado directamente la escena, e inmediatamente la describió detalladamente al P. Álvarez, quien un mes más tarde, cuando las nuevas del martirio llegaron a España, pudo comprobar la exactitud de la visión de la santa.


Por entonces, san Pío V nombró a varios visitadores apostólicos para que hiciesen una investigación sobre la relajación de las diversas órdenes religiosas, con miras a la reforma. El visitador de los carmelitas de Castilla fue un dominico muy conocido, el P. Pedro Fernández. Naturalmente, el efecto que le produjo el convento de la Encarnación de Ávila fue muy malo, e inmediatamente mandó llamar a santa Teresa para nombrarla superiora del mismo. La tarea era particularmente desagradable para la santa, tanto porque tenía que separarse de sus hijas, como por la dificultad de dirigir una comunidad que, desde el principio, había visto con recelo sus actividades de reformadora. Al principio, las religiosas se negaron a obedecer a la nueva superiora, cuya sola presencia producía ataques de histeria en algunas. La santa comenzó por explicarles que su misión no consistía en instruirlas y guiarlas con el látigo en la mano, sino en servirlas y aprender de ellas: «Madres y hermanas mías, el Señor me ha enviado aquí por la voz de la obediencia a desempeñar un oficio en el que yo jamás había pensado y para el que me siento muy mal preparada ... Mi única intención es serviros ... No temáis mi gobierno. Aunque he vivido largo tiempo entre las carmelitas descalzas y he sido su superiora, sé también, por la misericordia del Señor, cómo gobernar a las carmelitas calzadas». De esta manera se ganó la simpatía y el afecto de la comunidad y le fue menos difícil restablecer la disciplina entre las carmelitas calzadas, de acuerdo con sus constituciones. Poco a poco prohibió completamente las visitas demasiado frecuentes (lo cual molestó mucho a ciertos caballeros de Ávila), puso en orden las finanzas del convento e introdujo el verdadero espíritu del claustro. En resumen, fue aquella una realización característicamente teresiana. En Veas, a donde había ido a fundar un convento, la santa conoció al P. Jerónimo Gracián, quien la convenció fácilmente para que extendiese su campo de acción hasta Sevilla. El P. Gracián era un fraile de la reforma carmelita que acababa precisamente de predicar la cuaresma en Sevilla. Fuera de la fundación del convento de San José de Ávila, ninguna otra fue más difícil que la del de Sevilla; entre otras dificultades una novicia que había sido despedida, denunció a las carmelitas descalzas ante la Inquisición como «iluminadas» y otras cosas peores.

Los carmelitas de Italia veían con malos ojos el progreso de la reforma en España, lo mismo que los carmelitas no reformados de España, pues comprendían que un día u otro se verían obligados a reformarse. El P. Rubio, superior general de la Orden, quien hasta entonces había favorecido a santa Teresa, se pasó al lado de sus enemigos y reunió en Plasencia un capítulo general que aprobó una serie de decretos contra la reforma. El nuevo nuncio apostólico, Felipe de Sega, destituyó al P. Gracián de su cargo de visitador de los carmelitas descalzos y encarceló a san Juan de la Cruz en un monasterio; por otra parte, ordenó a santa Teresa que se retirase al convento que ella eligiera y que se abstuviese de fundar otros nuevos. La santa, al mismo tiempo que encomendaba el asunto a Dios, decidió valerse de los amigos que tenía en el mundo y consiguió que el propio Felipe II interviniese en su favor. En efecto, el monarca convocó al nuncio y le reprendió severamente por haberse opuesto a la reforma del Carmelo; además, en 1580, obtuvo de Roma una orden que eximía a los carmelitas descalzos de la jurisdicción del provincial de los calzados. El P. Gracián fue elegido provincial de los carmelitas descalzos. «Esa separación fue uno de los mayores gozos y consolaciones de mi vida, pues en aquellos veinticinco años nuestra orden había sufrido más persecuciones y pruebas de las que yo podría escribir en un libro. Ahora estábamos por fin en paz, calzados y descalzos, y nada iba a distraernos del servicio de Dios».

Indudablemente santa Teresa era una mujer excepcionalmente dotada. Su bondad natural, su ternura de corazón y su imaginación chispeante de gracia, equilibradas por una extraordinaria madurez de juicio y una profunda intuición psicológica, le ganaban generalmente el cariño y el respeto de todos. Razón tenía el poeta Crashaw al referirse a santa Teresa bajo los símbolos aparentemente opuestos de «el águila» y «la paloma». Cuando le parecía necesario, la santa sabía hacer frente a las más altas autoridades civiles o eclesiásticas, y los ataques del mundo no le hacían doblar la cabeza. Las palabras que dirigió al P. Salazar: «Guardaos de oponeros al Espíritu Santo», no fueron un reto de histérica; y no fue un abuso de autoridad lo que la movió a tratar con dureza implacable a una superiora que se había incapacitado a fuerza de hacer penitencia. Pero el águila no mataba a la paloma, como puede verse por la carta que escribió a un sobrino suyo que llevaba una vida alegre y disipada: «Bendito sea Dios porque os ha guiado en la elección de una mujer tan buena y ha hecho que os caséis pronto, pues habíais empezado a disiparos desde tan joven, que temíamos mucho por vos. Esto os mostrará el amor que os profeso». La santa tomó a su cargo a la hija ilegítima y a la hermana del joven, la cual tenía entonces siete años: «Las religiosas deberíamos tener siempre con nosotras a una niña de esa edad». El ingenio y la franqueza de Teresa jamás sobrepasaban la medida, ni siquiera cuando los empleaba como un arma. En cierta ocasión en que un caballero indiscreto alabó la belleza de su pies descalzos, Teresa se echó a reír y le dijo que los mirase bien porque jamás volvería a verlos. Los famosos dichos «Bien sabéis lo que es una comunidad de mujeres» e «Hijas mías, estas son tonterías de mujeres», prueban el realismo con que la santa consideraba a sus súbditas. Criticando un escrito de su buen amigo Francisco de Salcedo, Teresa le escribía: «El señor Salcedo repite constantemente: `Como dice San Pablo', `Como dice el Espíritu Santo', y termina declarando que su obra es una serie de necedades. Me parece que voy a denunciarle a la Inquisición». La intuición de santa Teresa se manifestaba sobre todo en la elección de las novicias de las nuevas fundaciones. Lo primero que exigía, aun antes que la piedad, era que fuesen inteligentes, es decir, equilibradas y maduras, porque sabía que es más fácil adquirir la piedad que la madurez de juicio. «Una persona inteligente es sencilla y sumisa, porque ve sus faltas y comprende que tiene necesidad de un guía. Una persona tonta y estrecha es incapaz de ver sus faltas, aunque se las pongan delante de los ojos; y como está satisfecha de sí misma, jamás se mejora». «Aunque el Señor diese a esta joven los dones de la devoción y la contemplación, jamás llegará a ser inteligente, de suerte que será siempre una carga para la comunidad. ¡Que Dios nos guarde de las monjas tontas!» Imposible ser más realista que santa Teresa.

En 1580, cuando se llevó a cabo la separación de las dos ramas del Carmelo, santa Teresa tenía ya sesenta y cinco años y su salud estaba muy debilitada. En los dos últimos años de su vida fundó otros dos conventos, lo cual hacía un total de diecisiete. Las fundaciones de la santa no eran simplemente un refugio de las almas contemplativas, sino también una especie de reparación ds los destrozos llevados a cabo en los monasterios por el protestantismo, principalmente en Inglaterra y Alemania. Dios tenía reservada para los últimos años de vida de su sierva, la prueba cruel de que interviniera en el proceso legal del testamento de su hermano Lorenzo, cuya hija era superiora en el convento de Valladolid. Como uno de los abogados tratase con rudeza a la santa, ésta replicó: «Quiera Dios trataros con la cortesía con que vos me tratáis a mí». Sin embargo, Teresa se quedó sin palabra cuando su sobrina, que hasta entonces había sido una excelente religiosa, la puso a la puerta del convento de Valladolid, que ella misma había fundado. Poco después, la santa escribía a la madre María de San José: «Os suplico, a vos y a vuestras religiosas, que no pidáis a Dios que me alargue la vida. Al contrario, pedidle que me lleve pronto al eterno descanso, pues ya no puedo seros de ninguna utilidad». En la fundación del convento de Burgos, que fue la última, las dificultades no escasearon. En julio de 1582, cuando el convento estaba ya en marcha, santa Teresa tenía la intención de retornar a Ávila, pero se vio obligada a modificar sus planes para ir a Alba de Tormes a visitar a la duquesa María Henríquez. La beata Ana de San Bartolomé refiere que el viaje no estuvo bien proyectado y que santa Teresa se hallaba ya tan débil, que se desmayó en el camino. Una noche sólo pudieron comer unos cuantos higos. Al llegar a Alba de Tormes, la santa tuvo que acostarse inmediatamente. Tres días más tarde, dijo a la beata Ana: «Por fin, hija mía, ha llegado la hora de mi muerte». El P. Antonio de Heredia le dio los últimos sacramentos y le preguntó dónde quería que la sepultasen. Teresa replicó sencillamente: «¿Tengo que decidirlo yo? ¿Me van a negar aquí un agujero para mi cuerpo?» Cuando el P. de Heredia le llevó el viático, la santa consiguió erguirse en el lecho, y exclamó: «¡Oh, Señor, por fin ha llegado la hora de vernos cara a cara!» Santa Teresa de Jesús, visiblemente trasportada por lo que el Señor le mostraba, murió en brazos de la beata Ana a las 9 de la noche del 4 de octubre de 1582. Precisamente al día siguiente, entró en vigor la reforma gregoriana del calendario, que suprimió diez días, de suerte que la fiesta de la santa fue fijada, más tarde, el 15 de octubre. Teresa fue sepultada en Alba de Tormes, donde reposan todavía sus reliquias. Su canonización tuvo lugar en 1622, y en 1970, como ya dijimos, fue proclamada Dortora de la Iglesia.



15 OCTUBRE: SANTA TERESA DE JESÚS (II)


Voy a transcribir aquí, en tres entregas, la biografía de Santa Teresa colgada en la página web "el testigo fiel.org", cuyo link es éste: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?ids=3763
Román Encabo.

Santa Teresa nos dejó el siguiente relato sobre el fenómeno de la transverberación: «Ví a mi lado a un ángel que se hallaba a mi izquierda, en forma humana. Confieso que no estoy acostumbrada a ver tales cosas, excepto en muy raras ocasiones. Aunque con frecuencia me acontece ver a los ángeles, se trata de visiones intelectuales, como las que he referido más arriba ... El ángel era de corta estatura y muy hermoso; su rostro estaba encendido como si fuese uno de los ángeles más altos que son todo fuego. Debía ser uno de los que llamamos querubines ... Llevaba en la mano una larga espada de oro, cuya punta parecía un ascua encendida. Me parecía que por momentos hundía la espada en mi corazón y me traspasaba las entrañas y, cuando sacaba la espada, me parecía que las entrañas se me escapaban con ella y me sentía arder en el más grande amor de Dios. El dolor era tan intenso, que me hacía gemir, pero al mismo tiempo, la dulcedumbre de aquella pena excesiva era tan extraordinaria, que no hubiese yo querido verme libre de ella». El anhelo de Teresa de morir pronto para unirse con Dios, estaba templado por el deseo que la inflamaba de sufrir por su amor. A este propósito escribió: «La única razón que encuentro para vivir, es sufrir, y eso es lo único que pido para mí». Según reveló la autopsia en el cadáver de la santa, había en su corazón la cicatriz de una herida larga y profunda («Estoy convencido de que santa Teresa murió en un trasporte de amor ... En cuanto a la herida de la arteria coronaria ... hay que reconocer que, aunque haya sido causada por el arranque de amor sobrenatural descrito por san Juan de la Cruz, los síntomas de fatiga ... , sobre los que existen varios testimonios, prueban que la santa tenía nn predisposición a la dilatación y la ruptura del miocardio.» Dr. Juan L'hermitte, en Etudes Carmelites, 1936, vol. II, p. 242.). El año siguiente (1560), para corresponder a esa gracia, la santa hizo el voto de hacer siempre lo que le pareciese más perfecto y agradable a Dios. Un voto de esa naturaleza está tan por encima de las fuerzas naturales, que sólo el esforzarse por cumplirlo puede justificarlo. Santa Teresa cumplió perfectamente su voto.


El relato que la santa nos dejó en su «Autobiografía» sobre sus visiones y experiencias espirituales, tiene el tono de la verdad. Es imposible leerlo sin quedar convencido de la sinceridad de su autora, que en todos sus escritos da muestras de una extraordinaria sencillez de estilo y de una preocupación constante por no exagerar los hechos. La Iglesia califica de «celestial» la doctrina de santa Teresa, en la oración del día de su fiesta. Las obras de la «mística Doctora» ponen al descubierto los rincones más recónditos del alma humana. La santa explica con una claridad casi increíble las experiencias más inefables. Y debe hacerse notar que Teresa era una mujer relativamente inculta, que escribió sus experiencias en la común lengua castellana de los habitantes de Ávila, que ella había aprendido «en el regazo de su madre»; una mujer que escribió sin valerse de otros libros, sin haber estudiado previamente las obras místicas y sin tener ganas de escribir, porque ello le impedía dedicarse a hilar; una mujer, en fin, que sometió sin reservas sus escritos al juicio de su confesor y sobre todo, al juicio de la Iglesia. La santa empezó a escribir su autobiografía por mandato de su confesor: «La obediencia se prueha de diferentes maneras». Por otra parte, el mejor comentario de las obras de la santa es la paciencia con que sobrellevó las enfermedades, las acusaciones y los desengaños; la confianza absoluta con que acudía en todas las tormentas y dificultades al Redentor crucificado y el invencible valor que demostró en todas las penas y persecuciones. Los escritos de santa Teresa subrayan sobre todo el espíritu de oración, la manera de practicarlo y los frutos que produce. Como la santa escribió precisamente en la época en que estaba consagrada a la difícil tarea de fundar conventos de carmelitas reformadas, sus obras, prescindiendo de su naturaleza y contenido, dan testimonio de su vigor, industriosidad y capacidad de recogimiento. Santa Teresa escribió el «Camino de Perfección» para dirigir a sus religiosas, y el libro de las «Fundaciones» para edificarlas y alentarlas. En cuanto al «Castillo Interior», puede considerarse que lo escribió para la instrucción de todos los cristianos, y en esa obra se muestra la santa como verdadera doctora de la vida espiritual.

Las carmelitas, como la mayoría de las religiosas, habían decaído mucho del primer fervor, a principios del siglo XVI. Ya hemos visto que los recibidores de los conventos de Ávila eran una especie de centro de reunión de las damas y caballeros de la ciudad. Por otra parte, las religiosas podían salir de la clausura con el menor pretexto, de suerte que el convento era el sitio ideal para quien deseaba una vida fácil y sin problemas. Las comunidades eran sumamente numerosas, lo cual era a la vez causa y efecto de la relajación. Por ejemplo, en el convento de Ávila había 140 religiosas. Santa Teresa comentaba más tarde: «La experiencia me ha enseñado lo que es una casa llena de mujeres. ¡Dios nos guarde de ese mal!» Ya que tal estado de cosas se aceptaba como normal, las religiosas no caían generalmente en la cuenta de que su modo de vida se apartaba mucho del espíritu de sus fundadores. Así, cuando una sobrina de santa Teresa, que era también religiosa en el convento de la Encarnación de Ávila, le sugirió la idea de fundar una comunidad reducida, la santa la consideró como una especie de revelación del cielo, no como una idea ordinaria. Teresa, que llevaba ya veinticinco años en el convento, resolvió poner en práctica la idea y fundar un convento reformado. Doña Guiomar de Ulloa, que era una viuda muy rica, le ofreció ayuda generosa para la empresa. San Pedro de Alcántara, san Luis Beltrán y el obispo de Ávila, aprobaron el proyecto, y el P. Gregorio Fernández, provincial de las carmelitas, autorizó a Teresa a ponerlo en práctica. Sin embargo, el revuelo que provocó la ejecución del proyecto, obligó al provincial a retirar el permiso y santa Teresa fue objeto de las críticas de sus propias hermanas, de los nobles, de los magistrados y de todo el pueblo. A pesar de eso, el P. Ibáñez, dominico, alentó a la santa a proseguir la empresa con la ayuda de Doña Guiomar. Doña Juana de Ahumada, hermana de santa Teresa, emprendió con su esposo la construcción de un convento en Ávila en 1561, pero haciendo creer a todos que se trataba de una casa en la que pensaban habitar. En el curso de la construcción, una pared del futuro convento se derrumbó y cubrió bajo los escombros al pequeño Gonzalo, hijo de doña Juana, que se hallaba allí jugando. Santa Teresa tomó en brazos al niño, que no daba ya señales de vida, y se puso en oración; algunos minutos más tarde, el niño estaba perfectamente sano, según consta en el proceso de canonización. En lo sucesivo, Gonzalo solía repetir a su tía que estaba obligada a pedir por su salvación, puesto que a sus oraciones debía el verse privado del cielo.

Por entonces, llegó de Roma un breve que autorizaba la fundación del nuevo convento. San Pedro de Alcántara, don Francisco de Salcedo y el Dr. Daza, consiguieron ganar al obispo a la causa, y la nueva casa se inauguró bajo sus auspicios el día de San Bartolomé de 1562. Durante la misa que se celebró en la capilla con tal ocasión, tornaron el velo la sobrina de la santa y otras tres novicias. La inauguración causó gran revuelo en Ávila. Esa misma tarde, la superiora del convento de la Encarnación mandó llamar a Teresa y la santa acudió con cierto temor, «pensando que iban a encarcelarme». Naturalmente tuvo que explicar su conducta a su superiora y al P. Ángel de Salazar, provincial de la orden. Aunque la santa reconoce que no faltaba razón a sus superiores para estar disgustados, el P. Salazar le prometió que podría retornar al convento de San José en cuanto se calmase la excitación del pueblo. La fundación no era bien vista en Ávila, porque las gentes desconfiaban de las novedades y temían que un convento sin fondos suficientes se convirtiese en una carga demasiado pesada para la ciudad. El alcalde y los magistrados hubiesen acabado por mandar demoler el convento, si no los hubiese disuadido de ello el dominico Báñez.

Por su parte, Santa Teresa no perdió la paz en medio de las persecuciones y siguió encomendando a Dios el asunto; el Señor se le apareció y la reconfortó. Entre tanto, Francisco de Salcedo y otros partidarios de la fundación enviaron a la corte a un sacerdote para que defendiese la causa ante el rey, y los dos dominicos, Báñez e Ibáñez, calmaron al obispo y al provincial. Poco a poco fue desvaneciéndose la tempestad y, cuatro meses más tarde, el P. Salazar dio permiso a santa Teresa de volver al convento de San José, con otras cuatro religiosas de la Encarnación. La santa estableció la más estricta clausura y el silencio casi perpetuo. El convento carecía de rentas y reinaba en él la mayor pobreza; las religiosas vestían toscos hábitos, usaban sandalias en vez de zapatos (por ello se les llamó «descalzas») y estaban obligadas a la perpetua abstinencia de carne. Santa Teresa no admitió al principio más que a trece religiosas, pero más tarde, en los conventos que no vivían sólo de limosnas sino que poseían rentas, aceptó que hubiese veintiuna. En 1567, el superior general de los carmelitas, Juan Bautista Rubio (Bossi), visitó el convento de Ávila y quedó encantado de la superiora y de su sabio gobierno; concedió a santa Teresa plenos poderes para fundar otros conventos del mismo tipo (a pesar de que el de San José había sido fundado sin que él lo supiese) y aun la autorizó a fundar dos conventos de frailes reformados («carmelitas contemplativos»), en Castilla. Santa Teresa pasó cinco años con sus trece religiosas en el convento de San José, precediendo a sus hijas no sólo en la oración, sino también en los trabajos humildes, como la limpieza de la casa y el hilado. Acerca de esa época escribió: «Creo que fueron los años más tranquilos y apacibles de mi vida, pues disfruté entonces de la paz que tanto había deseado mi alma ... Su Divina Majestad nos enviaba lo necesario para vivir sin que tuviésemos necesidad de pedirlo, y en las raras ocasiones en que nos veíamos en necesidad, el gozo de nuestras almas era todavía mayor».

La santa no se contenta con generalidades, sino que desciende a ejemplos menudos, como el de la religiosa que plantó horizontalmente un pepino por obediencia y la cañería que llevó al convento el agua de un pozo que, según los plomeros, era demasiado bajo. En agosto de 1567, santa Teresa se trasladó a Medina del Campo, donde fundó el segundo convento, a pesar de las múltiples dificultades que surgieron. La condesa de la Cerda quería que fundase otro convento en Malagón, y Santa Teresa le hizo en Madrid una visita que ella misma califica de «muy aburrida». Una vez que dejó establecido el convento de Malagón, fue a fundar otro en Valladolid. La siguiente fundación tuvo lugar en Toledo; fue esa empresa especialmente difícil, porque la santa sólo tenía cinco ducados al comenzar; pero, según escribía, «Teresa y cinco ducados no son nada; pero Dios, Teresa y cinco ducados bastan y sobran». Una joven de Toledo, que gozaba de gran fama de virtud, pidió ser admitida en el convento y dijo a la fundadora que traería consigo su Biblia. Teresa exclamó: «¿Vuestra Biblia? ¡Dios nos guarde! No entréis en nuestro convento, porque nosotras somos unas pobres mujeres que sólo sabemos hilar  y hacer lo que se nos dice».





15 OCTUBRE: SANTA TERESA DE JESÚS (I)

Voy a transcribir aquí, en tres entregas, la biografía de Santa Teresa colgada en la página web "el testigo fiel.org", cuyo link es éste: http://www.eltestigofiel.org/lectura/santoral.php?ids=3763
Román Encabo.

Santa Teresa es, sin duda, una de las mujeres más grandes y admirables de la historia y fue considerada doctora de la Iglesia por el pueblo cristiano aun antes de que ese título fuera reconocido oficialmente en 1970 por Pablo VI. Sus padres eran Alonso Sánchez de Cepeda y Beatriz Dávila y Ahumada. La santa habla de ellos con gran cariño. Alonso Sánchez tuvo tres hijos de su primer matrimonio, y Beatriz de Ahumada le dio otros nueve. Al referirse a sus hermanos y medios hermanos, santa Teresa escribe: «por la gracia de Dios, todos se asemejan en la virtud a mis padres, excepto yo». Teresa nació en la ciudad castellana de Ávila, el 28 de marzo de 1515. A los siete años, tenía ya gran predilección por la lectura de las vidas de santos. Su hermano Rodrigo era casi de su misma edad de suerte que acostumbraban jugar juntos. Los dos niños, muy impresionados por el pensamiento de la eternidad, admiraban las victorias de los santos al conquistar la gloria eterna y repetían incansablemente: «Gozarán de Dios para siempre, para siempre, para siempre...» Teresa y su hermano consideraban que los mártires habían comprado la gloria a un precio muy bajo y resolvieron partir al país de los moros con la esperanza de morir por la fe. Así pues, partieron de su casa a escondidas, rogando a Dios que les permitiese dar la vida por Cristo; pero en Adaja se toparon con uno de su tíos, quien los devolvió a los brazos de su afligida madre. Cuando ésta los reprendió, Rodrigo echó la culpa a su hermana.


En vista del fracaso de sus proyectos, Teresa y Rodrigo decidieron vivir como ermitaños en su propia casa y empezaron a construir una celda en el jardín, aunque nunca llegaron a terminarla. Teresa amaba desde entonces la soledad. En su habitación tenía un cuadro que representaba al Salvador que hablaba con la Samaritana y solía repetir frente a esa imagen: «Señor, dame de beber para que no vuelva a tener sed». La madre de Teresa murió cuando ésta tenía catorce años. «En cuanto empecé a caer en la cuenta de la pérdida que había sufrido, comencé a entristecerme sobremanera; entonces me dirigí a una imagen de Nuestra Señora y le rogué con muchas lágrimas que me tomase por hija suya». Por aquella época, Teresa y Rodrigo empezaron a leer novelas de caballerías y aun trataron de escribir una. La santa confiesa en su «Autobiografía»: «Esos libros no dejaron de enfriar mis buenos deseos y me hicieron caer insensiblemente en otras faltas. Las novelas de caballerías me gustaban tanto, que no estaba yo contenta cuando no tenía una entre las manos. Poco a poco empecé a interesarme por la moda, a tomar gusto en vestirme bien, a preocuparme mucho del cuidado de mis manos, a usar perfumes y a emplear todas las vanidades que el mundo aconsejaba a las personas de mi condición». El cambio que paulatinamente se operaba en Teresa, no dejó de preocupar a su padre, quien la envió, a los quince años de edad a educarse en el convento de las agustinas de Ávila, en el que solían estudiar las jóvenes de su clase.

Un año y medio más tarde, Teresa cayó enferma, y su padre la llevó a casa. La joven empezó a reflexionar seriamente sobre la vida religiosa, que le atraía y le repugnaba a la vez. La obra que le permitió llegar a una decisión fue la colección de «Cartas» de San Jerónimo, cuyo fervoroso realismo encontró eco en el alma de Teresa. La joven dijo a su padre que quería hacerse religiosa, pero éste le respondió que tendría que esperar a que él muriese para ingresar en el convento. La santa, temiendo flaquear en su propósito, fue a ocultas a visitar a su amiga íntima, Juana Suárez, que era religiosa en el convento carmelita de la Encarnación, en Ávila, con la intención de no volver, si Juana le aconsejaba quedarse, a pesar de la pena que le causaba contrariar la voluntad de su padre. «Recuerdo ... que, al abandonar mi casa, pensaba que la tortura de la agonía y de la muerte no podía ser peor a la que experimentaba yo en aquel momento ... El amor de Dios no era suficiente para ahogar en mí el amor que profesaba a mi padre y a mis amigos». La santa determinó quedarse en el convento de la Encarnación. Tenía entonces veinte años. Su padre, al verla tan resuelta, cesó de oponerse a su vocación. Un año más tarde, Teresa hizo la profesión. Poco después, se agravó un mal. que había comenzado a molestarla desde antes de profesar, y su padre la sacó del convento. La hermana Juana Suárez fue a hacer compañía a Teresa, quien se puso en manos de los médicos; desgraciadamente, el tratamiento no hizo sino empeorar la enfermedad, probablemente una fiebre palúdica. Los médicos terminaron por darse por vencidos, y el estado de la enferma se agravó. Teresa consiguió soportar aquella tribulación, gracias a que su tío Pedro, que era muy piadoso, le había regalado un librito del P. Francisco de Osuna, titulado: «El tercer alfabeto espiritual». Teresa siguió las instrucciones de la obrita y empezó a practicar la oración mental, aunque no hizo en ella muchos progresos por falta de un director espiritual experimentado. Finalmente, al cabo de tres años, Teresa recobró la salud.

Su prudencia y caridad, a las que añadía un gran encanto personal, le ganaron la estima de todos los que la rodeaban. Por otra parte, una especie de instinto innato de agradecimiento movía a la joven religiosa a corresponder a todas las amabilidades. Según la reprobable costumbre de los conventos españoles de la época, las religiosas podían recibir a cuantos visitantes querían, y Teresa pasaba gran parte de su tiempo charlando en el recibidor del convento. Eso la llevó a descuidar la oración mental y el demonio contribuyó, al inculcarle la íntima convicción, bajo capa de humildad, de que su vida disipada la hacía indigna de conversar familiarmente con Dios. Además, la santa se decía para tranquilizarse, que no había ningún peligro de pecado en hacer lo mismo que tantas otras religiosas mejores que ella y justificaba su descuido de la oración mental, diciéndose que sus enfermedades le impedían meditar. Sin embargo, añade la santa, «el pretexto de mi debilidad corporal no era suficiente para justificar el abandono de un bien tan grande, en el que el amor y la costumbre son más importantes que las fuerzas. En medio de las peores enfermedades puede hacerse la mejor oración, y es un error pensar que sólo se puede orar en la soledad». Poco después de la muerte de su padre, el confesor de Teresa le hizo ver el peligro en que se hallaba su alma y le aconsejó que volviese a la práctica de la oración. La santa no la abandonó jamás, desde entonces. Sin embargo, no se decidía aún a entregarse totalmente a Dios ni a renunciar del todo a las horas que pasaba en el recibidor y al intercambio de regalillos. Es curioso notar que, en todos esos años de indecisión en el servicio de Dios, santa Teresa no se cansaba jamás de oír sermones «por malos que fuesen»; pero el tiempo que empleaba en la oración «se le iba en desear que los minutos pasasen pronto y que la campana anunciase el fin de la meditación, en vez de reflexionar en las cosas santas». Convencida cada vez más de su indignidad, Teresa invocaba con frecuencia a los dos grandes santos penitentes, María Magdalena y Agustín, con quienes están asociados dos hechos que fueron decisivos en la vida de la santa. El primero, fue la lectura de las «Confesiones». El segundo fue un llamamiento a la penitencia que la santa experimentó ante una imagen de la Pasión del Señor: «Sentí que santa María Magdalena acudía en mi ayuda ... y desde entonces he progresado mucho en la vida espiritual».

Una vez que Teresa se retiró de las conversaciones del recibidor y de otras ocasiones de disipación y de faltas (que ella exageraba sin duda), Dios empezó a favorecerla frecuentemente con la oración de quietud y de unión. La oración de unión ocupó un largo período de su vida, con el gozo y el amor que le son característicos, y Dios empezó a visitarla con visiones y comunicaciones interiores. Ello la inquietó, porque había oído hablar con frecuencia de ciertas mujeres a las que el demonio había engañado miserablemente con visiones imaginarias. Aunque estaba persuadida de que sus visiones procedían de Dios, su perplejidad la llevó a consultar el asunto con varias personas; desgraciadamente no todas esas personas guardaron el secreto al que estaban obligadas, y la noticia de las visiones de Teresa empezó a divulgarse para gran confusión suya. Una de las personas a las que consultó Teresa fue Francisco de Salcedo, un hombre casado que era un modelo de virtud. Éste la presentó al doctor Daza, sabio y virtuoso sacerdote, quien dictaminó que Teresa era víctima de los engaños del demonio, ya que era imposible que Dios concediese favores tan extraordinarios a una religiosa tan imperfecta como ella pretendía ser. Teresa quedó alarmada e insatisfecha. Francisco de Salcedo, a quien la propia santa afirma que debía su salvación, la animó en sus momentos de desaliento y le aconsejó que acudiese a uno de los padres de la recién fundada Compañía de Jesús. La santa hizo una confesión general con un jesuita, a quien expuso su manera de orar y los favores que había recibido. El jesuita le aseguró que se trataba de gracias de Dios, pero la exhortó a no descuidar el verdadero fundamento de la vida interior. Aunque el confesor de Teresa estaba convencido de que sus visiones procedían de Dios, le ordenó que tratase de resistir durante dos meses a esas gracias. La resistencia de la santa fue en vano.

Otro jesuita, el P. Baltasar Álvarez, le aconsejó que pidiese a Dios ayuda para hacer siempre lo que fuese más agradable a sus ojos y que, con ese fin, recitase diariamente el «Veni Creator Spiritus». Así lo hizo Teresa. Un día, precisamente cuando repetía el himno, fue arrebatada en éxtasis y oyó en el interior de su alma estas palabras: «No quiero que converses con los hombres sino con los ángeles». La santa, que tuvo en su vida posterior repetidas experiencias de palabras divinas afirma que son más claras y distintas que las humanas; dice también que las primeras son operativas, ya que producen en el alma una fuerte tendencia a la virtud y la dejan llena de gozo y de paz, convencida de la verdad de lo que ha escuchado. En la época en que el P. Álvarez fue su director, Teresa sufrió graves persecuciones, que duraron tres años; además, durante dos años, atravesó por un período de intensa desolación espiritual, aliviado por momentos de luz y consuelo extraordinarios. La santa quería que los favores que Dios le concedía permaneciesen secretos, pero las personas que la rodeaban estaban perfectamente al tanto y, en más de una ocasión, la acusaron de hipocresía y presunción. El P. Álvarez era un hombre bueno y timorato, que no tuvo el valor suficiente para salir en defensa de su dirigida, aunque siguió confesándola. En 1557, san Pedro de Alcántara pasó por Ávila y, naturalmente, fue a visitar a la famosa carmelita. El santo declaró que le parecía evidente que el Espíritu de Dios guiaba a Teresa, pero predijo que las persecuciones y sufrimientos seguirían lloviendo sobre ella. Las pruebas que Dios le enviaba purificaron el alma de la santa, y los favores extraordinarios le enseñaron a ser humilde y fuerte, la despegaron de las cosas del mundo y la encendieron en el deseo de poseer a Dios. En algunos de sus éxtasis, de los que nos dejó la santa una descripción detallada, se elevaba varios palmos sobre el suelo. A este propósito, comenta Teresa: Dios «no parece contentarse con arrebatar el alma a Sí, sino que levanta también este cuerpo mortal, manchado con el barro asqueroso de nuestros pecados». En esos éxtasis se manifestaban la grandeza y bondad de Dios, el exceso de su amor y la dulzura de su servicio en forma sensible, y el alma de Teresa lo comprendía con claridad, aunque era incapaz de expresarlo. El deseo del cielo que dejaban las visiones en su alma era inefable. «Desde entonces, dejé de tener miedo a la muerte, cosa que antes me atormentaba mucho». Las experiencias místicas de la santa llegaron a las alturas de los esponsales espirituales, el matrimonio místico y la transverberación.